El voto marca la ruptura o la continuidad de la austeridad

Alfonso Andrade Lago
A. Andrade LISBOA / ENVIADO ESPECIAL

INTERNACIONAL

El país pasó de la reducción de sueldos y pensiones a una leve recuperación que explica la remontada socialdemócrata

04 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es sorprendente cómo han llegado los partidos políticos al final de la campaña. Hace un año, las encuestas vaticinaban que los socialistas de Costa arrasarían en las legislativas de hoy por el masivo rechazo social a las políticas de austeridad del Gobierno de Passos Coelho, que ejecutó casi al completo el programa de recortes impuesto por la troika y pactado por el socialista José Sócrates. Pero en estos doce meses, aparentemente, la derecha le ha dado la vuelta a la tortilla... aunque solo de forma parcial. Según las encuestas, la coalición PSD/CDS-PP bajará del 50,3 % de votos que obtuvo en los comicios del 2011 hasta un 38 %. Será el partido que sufra el mayor varapalo y, aun así, puede ganar las elecciones. ¿Cómo es posible? La clave, cierta recuperación de la economía.

Tres años de troika

El repunte de la derecha implica también que muchos portugueses asumen como un mal necesario la austeridad impuesta en mayo del 2011 por Bruselas, tras un rescate de 78.000 millones de euros. La troika se fue en mayo del 2014, pero las exigencias siguen ahí, con el objetivo de un déficit público por debajo del 3 % que, según los analistas, es imposible de cumplir.

La deuda, el 130 % del PIB

La deuda pública portuguesa representa el 130 % del PIB, algo insostenible y que ha llevado a la izquierda a exigir una reestructuración. La derecha no quiere, pues es obediente a Bruselas, y el centro-izquierda (PS) es partidario de reestructurarla, pero no aclara su postura moderada. Comunistas y Bloco, sin embargo, están dispuestos a romper con la UE si esta no se aviene a refinanciarla. Fernando Rosas, profesor de Historia Contemporánea en la Universidade Nova de Lisboa y uno de los fundadores del Bloco de Esquerda, recuerda que «el país paga una media anual de 9.000 millones de euros por los intereses de esa deuda, lo que equivale a todo el presupuesto del Serviço Nacional de Saúde».

Menos sueldo, más hora

Como consecuencia de la política de austeridad, los portugueses llevan cuatro años apretándose el cinturón. La situación de los empleados públicos la explicaron muy bien en La Voz de Galicia los médicos gallegos que trabajan en Lisboa: caída del sueldo hasta un 13,5 %, nula contratación de profesionales, una jornada laboral que ha pasado de 35 a 40 horas semanales...

A esto hay que sumar el recorte de las pensiones y de múltiples beneficios sociales en el país. También el aumento de los impuestos, con un intimidatorio 23 % en restauración. «Para pagar los intereses de la deuda y mantener el déficit en el 3 % es imposible no recortar de nuevo las pensiones», alerta Rosas.

110.000 emigrantes por año

Portugal pierde 110.000 emigrantes cada año; la mayoría, jóvenes cualificados. Es el 1 % de su población, el 2 % de la activa. Si siguieran en el país, el paro sería muy superior al 12,6 % actual. A esto hay que añadir, según observa Rosas, «que Portugal es el Estado más envejecido de la UE», un problema que comparte con Galicia y que «no cambiará sin modificar las políticas de empleo».

Crecimiento y mejoría

Hace un año y medio que Portugal salió del plan de rescate. La troika ya no está y el país respira. Poco, pero lo suficiente para que el desempleo bajase del 17 al 12,6 % y subiese el consumo. La previsión es que la economía crezca un 1,9 % este año. Solo este giro en doce meses explica la remontada de Passos Coelho en los sondeos y su papel de favorito en las elecciones de hoy.