Grecia se queda sin dinero

Íñigo Domínguez ATENAS / COLPISA

INTERNACIONAL

ANDREAS SOLARO | AFP

El Gobierno debe desembolsar hoy 400 millones de euros del sueldo de los funcionarios. Y es solo el primero de una serie de pagos que se avecinan

13 jul 2015 . Actualizado a las 08:47 h.

Muchos griegos se acostaron anoche sin saber si los cajeros van a seguir dando dinero hoy, aunque sea poco, y si el país se va a parar definitivamente. El bloqueo de capitales, el corralito, cumple dos semanas con los bancos cerrados y una restricción de 60 euros de retirada en los cajeros, que en la práctica es de 50, porque se han acabado los billetes de 20. También las importaciones están bloqueadas. Las autoridades ya advirtieron hace unos días que, sin un acuerdo con la UE y una inyección de emergencia la liquidez se terminaría hoy. Además el Gobierno debe desembolsar a lo largo del día 400 millones del sueldo de mitad de mes a los funcionarios. Y es solo el primero de una serie de pagos que se avecinan.

En la reunión de emergencia de ayer del Eurogrupo, calcularon que Grecia necesita 12.000 millones ya mismo. Una parte, 7.000 millones antes del próximo 20 de julio, dentro de una semana, cuando vence una devolución de 3.500 millones al BCE. No hacerlo significaría la quiebra automática. Para la mitad de agosto debería contar con el resto, 5.000 millones más. Esto para empezar, luego debería llegar todo el plan de rescate para tres años, si al final se aprueba, por más de 80.000 millones. Solo de aquí a un año tiene que pagar vencimientos de préstamos por 30.000 millones.

Al menos dos meses

En todo caso, aunque el dinero fresco llegue hoy a Atenas, ya está claro que el corralito continuará, con más o menos restricciones, al menos «dos meses o más». Lo adelantó la noche del sábado el ministro de Economía griego, George Stathakis. Si hay acuerdo en Bruselas los bancos probablemente abrirán sus puertas esta semana y contarán con dinero de emergencia del Banco Central Europeo, pero aplicarán nuevas limitaciones. Se autorizarían las transacciones entre empresas, pero estaría prohibido vaciar cuentas o sacar grandes sumas de dinero al extranjero.

En un día tan dramático como este domingo, los griegos optaron por irse a la playa. Mientras, Dimitrios Papadimoulis, vicepresidente de la Eurocámara y diputado moderado de Syriza, acusaba a Alemania de intentar «humillar a Grecia y a los griegos» e incluso «de derrocar» al Gobierno. Fotis, un señor de 57 años, pregunta repantingado en una tumbona: «¿Qué me importa a mí lo que piense un finlandés?». Y no cualquier finlandés, sino los ultras de Verdaderos Finlandeses que empuja a su país a echar a Grecia de la UE. Fotis deja caer con desdén: «Ya ves, es el país con más suicidios de Europa».

Ayer Atenas solo había inmigrantes y turistas. Si Grecia sale del euro solo podrá agarrarse a esto: turismo y exportaciones. Pero suponen el 18 % y el 32 % de su economía respectivamente, poco para sostener el país. Los sacrificios de estos cinco años siguen sin ser suficientes: han recortado gastos y subido impuestos en una cantidad equivalente al 30 % del PIB, según el analista Ian Bremmer, y han mandado a casa 267.000 funcionarios. Ahora quedan unos 685.000. Pero parece que no basta.