El gobernador de Buenos Aires será el candidato del oficialismo en octubre
21 jun 2015 . Actualizado a las 08:56 h.Desairado una y mil veces por la presidenta Cristina Fernández, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, será finalmente el candidato del oficialismo para las presidenciales de octubre y, según los sondeos, sería quien la suceda en el cargo a pesar de que ella nunca lo creyó su delfín. En un acto celebrado ayer en la ciudad de Rosario, Cristina no lo nombró pero habló de la necesidad de ser fuertes para resistir embates. No dijo si será candidata a legisladora, tal como se había especulado, sino que pareció despedirse. «En el lugar en el que esté, siempre estaré junto a ustedes y en los momentos difíciles, más todavía», prometió misteriosa.
Los últimos sondeos indican que Scioli está primero en las preferencias con más del 30% de intención de voto. Le sigue, al menos seis puntos abajo, el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, como líder de la centro derechista Unión Pro, el más definido referente de la oposición al kirchnerismo. Resignada frente a las encuestas, Cristina, que nunca confió en Scioli, decidió que lo apoyará. Pero sin un respaldo explícito y con la condición de que se presente a las elecciones cercado por un candidato a vicepresidente que es considerado su alter ego, el secretario de Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
Cristina desconfía de la capacidad de Scioli para mantener su legado centro izquierdista. Ayer en el acto advirtió incluso que «la patria, el progreso y el bienestar común no se construyen solo sonriendo», sino que se requieren «sacrificios». Pareció un consejo y una advertencia para Scioli, que la escuchaba muy de cerca junto a su candidato a vice. Zannini es el hombre de mayor confianza tanto de Cristina como de quien fue su esposo, el fallecido Néstor Kirchner. Desde hace 30 años, cuando el matrimonio pujaba por la alcaldía de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, Zannini está junto a ellos y es, además, artífice de políticas claves de los últimos 12 años.
La fórmula emergió esta semana muy cerca del plazo final para la inscripción de candidatos. La designación resultó traumática para Florencio Randazzo, el rival interno de Scioli dentro del oficialista Frente para la Victoria, que se creía el exponente más puro del kirchnerismo. Scioli y Randazzo iban a dirimir su disputa en las primarias de agosto, pero los sondeos anticipaban que Scioli sería el ganador. Si eso ocurría se leería que «perdió el candidato de Cristina», una interpretación que podría dejar al kirchnerismo debilitado en un eventual gobierno de Scioli.
Consciente de que necesita de los votantes de Cristina, Scioli asegura que él mismo se ofreció a llevar a Zannini al lado. Pero hay quienes creen que Zannini fue la condición que puso Cristina para despachar a Randazzo que, ofendido, no quiso ni siquiera competir como gobernador de la provincia de Buenos Aires.