Renzi, a juicio en las regionales

María Signo ROMA CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

01 jun 2015 . Actualizado a las 08:09 h.

Aunque Matteo Renzi se empeñe en lo contrario, las regionales de ayer en Italia son un test importante para comprobar si aún mantiene el respaldo de hace un año en las europeas. Desde entonces la situación ha cambiado y la luna de miel entre el joven presidente del Gobierno que llegó con un programa de reformas y su electorado ha llegado a su fin. De las muchas promesas de febrero del 2014, pocas son realidad y, lo que más disgusta a muchos, los resultados no son los esperados.

Parte del electorado de izquierda se siente traicionado y lo acusa de haber ido mucho más lejos de lo que Silvio Berlusconi jamás hubiera osado. La reforma laboral fue la primera ruptura con los sindicatos y con el sector de su partido más a la izquierda. El diálogo entre el Ejecutivo y el principal sindicato, CGIL, siempre cercano al Partido Democrático, está roto y hace pocos días Renzi declaró que le gustaría «llegar un día al sindicato único», lo que desencadenó la ira de todas las fuerzas sindicales. También la ley de reforma de la enseñanza tiene a los profesores en pie de guerra.

Del triunfalista «ganaremos 7 a 0» del principio de la campaña queda poco. En el Véneto el PD esperaba que su candidata Alessandra Moretti se aprovechase de la división de Liga Norte para arrebatar el Gobierno al actual presidente, Luca Zaia, pero todo indica que saldrá reelegido. En Liguria un candidato del PD alternativo al de Renzi puede dividir al electorado de izquierda y dar al gobierno a la moribunda Forza Italia de Giovanni Toti, estrecho colaborador de Berlusconi. La candidatura en Campania de Vincenzo de Luca, en la lista de «impresentables» de la comisión parlamentaria antimafia, afectará al PD, que se veía con posibilidad de ganar.

El principal beneficiario será el Movimiento 5 Estrellas, al que las encuestas dan un gran aumento gracias al efecto Podemos de España y a la presencia de sus parlamentarios del grupo en televisión, acabando así con el aislamiento que Beppe Grillo les había impuesto. También Liga Norte sacará tajada de estas elecciones, en las que espera afianzarse como tercera fuerza del país y agrupar en torno a Matteo Salvini el futuro de la derecha frente a un Berlusconi en neta decadencia.