Los documentos desclasificados por EE.UU. revelan los curiosos cuestionarios que debían completar los interesados en ingresar en la red yihadista
21 may 2015 . Actualizado a las 13:05 h.Osama bin Laden era muy consciente de las dificultades de dirigir una organización tan compleja como Al Qaida. Los documentos desclasificados este miércoles por EE.UU. muestran a un líder que se comportaba como si estuviera al frente del personal de una enorme multinacional. Y como tal, las pruebas para los voluntarios eran cuidadas al detalle.
«Por favor, ingrese la información requerida con honestidad y exactitud. Escriba claro y legible. Nombre, edad, estado civil. ¿Desea ejecutar una operación suicida?», estas eran algunas de las preguntas que se encontraban en el formulario que los encargados del reclutamiento obligaban a contestar a los interesados en alistarse en Al Qaida. Sin embargo, las preguntas comienzan a tomar un matiz mucho más siniestro a medida que va avanzando el texto. «¿A quién debemos contactar en caso de que usted se convierta en mártir?».
Además de las típicas preguntas que indagan sobre los gustos y pasatiempos que ocupan el tiempo de los futuros yihadistas, el curioso documento cuestiona otros aspectos como el día de llegada a la tierra de la yihad, el nivel de educación o a qué jeques suele escuchar o leer el futuro miembro de Al Qaida. «¿Cuántos capítulos del Corán has memorizado? ¿Has estudiado la Sharia? ¿Qué otras lenguas habla y a qué nivel? ¿Cuántos viajes ha realizado a Pakistán y con qué motivos? ¿Ha estado alguna vez en prisión?», son otras de las preguntas que se encuentran en los documentos incautados por las fuerzas de seguridad americanas durante la operación en la que acabaron con la vida de Osama bin Laden.
Pero para Osama bin Laden las convicciones no eran lo más importante a la hora de escoger a los candidatos. El líder de Al Qaida mostraba cierta preocupación por que los miembros de la red terrorista supieran también de ciencia, ingeniería y administración. Además, los líderes habían dado la orden de que los jóvenes voluntarios fueran entrenados varios meses antes de ser enviados a realizar ataques en Occidente: «La persona debe ser pía y paciente. Cualquier persona que muestre aburrimiento, no termine las tareas asignadas o se moleste fácilmente, tiene que ser retirada del trabajo externo».