Las luces se apagan en Siria

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

La oscuridad, que domina el 83 % del país tras cuatro años de guerra, simboliza el fracaso de las Naciones Unidas en proteger a la población

13 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro años de guerra han apagado en toda Siria el 83 por ciento de las luces que iluminaban sus ciudades. Todo un símbolo de la devastación y la penuria que viven sus habitantes, y que la comunidad internacional no ha sabido o no ha querido remediar. Una veintena de organizaciones humanitarias no se han mordido la lengua al acusar a la ONU de su fracaso total en Siria. Ninguna de las tres resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad han logrado proteger a los civiles. De hecho han sido «ignoradas por las partes en el conflicto y por los países miembros tanto de la ONU como del propio Consejo», sentencia el informe Fracaso en Siria elaborado por oenegés como Oxfam, Save The Children o Médicos del Mundo.

En el 2014 el país vivió su año más sangriento: 76.000 muertos, más de una tercera parte del total de 220.000 víctimas registradas desde el inicio del conflicto en el 2011. A pesar de la intensificación de violencia, según el informe, el acceso a la ayuda de lo sirios ha disminuido y la falta de fondos es ya crónico.

El conflicto deja 3,9 millones de refugiados, que se enfrentan a «un futuro sombrío» por la escasez de ayuda internacional y por las nulas perspectivas de poder regresar a sus hogares, denuncia Acnur. «Tras años en el exilio, los refugiados no tienen más ahorros y cada vez más de ellos tienen que pedir limosna, las mujeres venden sus cuerpos a cambio de dinero, y los niños trabajan», denunció el alto comisionado para los refugiados, António Guterres.

Unicef detalla que 14 millones de niños se han visto afectados por el conflicto en Siria e Irak y advierte del «peligro de que esa generación de jóvenes se pierda en un ciclo de violencia».

Un grupo de 130 oenegés y personalidades internacionales de todo el mundo han puesto en marcha la campaña #WithSyria (Con Siria) reclamando a los políticos que actúen para «volver a encender las luces» en ese país. Las imágenes por satélite muestran cómo el 83 % de las luces de las ciudades y pueblos sirios se han ido apagando en los últimos cuatro años dejando calles, casas, colegios y hospitales a oscuras. Un porcentaje que llega al 97 % en la ciudad de Alepo.

La UE frente al yihadismo

Los ministros de Interior de la UE anunciaron ayer el reforzamiento de las fronteras exteriores frente al yihadismo para antes del verano. Por amplio consenso, también acordaron poner en marcha una unidad especial en Europol para retirar contenido terrorista de Internet.

Un espía de la coalición ayudó a las tres británicas a unirse al EI

El hombre que ayudó a las tres británicas de entre 15 y 16 años a cruzar de Turquía a Siria para unirse al Estado Islámico es un espía de un país miembro de la coalición antiyihadista. Así al menos lo aseguró ayer el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Çavusoglu, al anunciar su detención. «¿Sabéis quién ayudó a estas chicas? Resulta que era alguien que trabajaba con los servicios secretos de uno de los países de la coalición», declaró a una emisora. No desveló de qué país se trata, aunque sí dijo que no es ni EE.UU. ni un miembro de la UE. Los medios turcos apuntan a que el agente detenido podría ser canadiense. Ottawa se negó a confirmar o negar las informaciones.

Solo un centenar de yihadistas resisten en el centro de Tikrit

Unos 3.000 soldados iraquíes, respaldados por 20.000 milicianos chiíes, cerraban ayer el asedio a Tikrit a la espera del asalto final contra un centenar de yihadistas que resisten en el centro de la ciudad. «Tienen dos opciones: rendirse o morir», declaró Hadi al Ameri, uno de los comandantes de las Unidades de Movilización Popular, la fuerza paramilitar chií entrenada por el general iraní Qassem Soleimani.

Después de conquistar el barrio de Qadisiya, la batalla se centraba ayer en los antiguos palacios de Sadam Huseín, adyacentes al gobierno local, según comprobó el corresponsal de Al Yazira. El 75 % de la ciudad está ya bajo control. Los militares consideran que el tiempo corre a su favor, pero quieren limitar las pérdidas humanas. «Tikrit está rodeada» pero «no queremos precipitarnos», dijo a AFP el general de policía Bahaa al Azzawi.

Se desconoce el número de civiles atrapados en los combates de Tikrit, mayoritariamente suní, y cuál es su situación. El principal temor es que sean represaliados por colaborar con los yihadistas en su ofensiva de junio.

Bombas con gas cloro

El Estado Islámico repele los ataques con francotiradores, ametralladoras y morteros. En las posiciones que abandonan va escondiendo artefactos explosivos, algunos de ellos contienen pequeñas cantidades de gas de cloro. Un vídeo muestra a equipos iraquíes detonando una de esas bombas que dejan una nube de humo naranja. Dada la escasa cantidad del agente químico no son letales. El objetivo es sembrar el pánico, más que herir.

Un oficial de policía de alto rango dijo a la televisión estatal que los yihadistas están apoderándose de coches civiles para tratar de huir. En la provincia vecina de Anbar, están pidiendo a jefes de las tribus suníes que le faciliten su retirada.