Un misil disparado por militares mata en Helmand a 20 civiles, entre ellos mujeres y niños, invitados a una boda
02 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La muerte de 20 civiles entre los que había mujeres y niños, durante la celebración de la boda de un hijo de un líder tribal, ensombreció ayer el primer día en el que el Ejército afgano asumía la plena responsabilidad de la seguridad del país después de 13 años de misión militar de la coalición internacional liderada por la OTAN. El proyectil, que impactó la noche del miércoles en la provincia de Helmand e hirió además a un mínimo de 45 personas, fue disparado por soldados afganos que al parecer se habían enfrentado previamente a talibanes en la zona.
Por el momento no se conocen con exactitud las circunstancias en las que se disparó el misil, que dio contra una casa en la que se alojaban los invitados a la boda en el primero de los dos días de la ceremonia. En un primer momento la prensa afirmó que habían sido los talibanes, pero tanto estos como los vecinos lo negaron y acusaron al Ejército.
Poco después, la Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) explicó que el ejército afgano había disparado un total de tres misiles desde un puesto de control y exigió una investigación al Gobierno para aclarar los motivos. El distrito de Sangin, en el que se produjo la matanza, está considerado uno de los lugares menos seguros de la provincia de Helmand por la fuerte implantación que tienen allí los talibanes.
El episodio pone de relieve las dificultades a las que se enfrenta la asunción de la seguridad plena por parte de las fuerzas afganas. Ayer dio comienzo una nueva fase en la que la coalición internacional liderada por la OTAN solo proporcionará formación, asesoramiento y ayuda al Ejército afgano. Esta nueva misión cuenta con 13.000 uniformados extranjeros y se prolongará durante dos años.