¿Activó Israel la directiva secreta Aníbal?

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Un soldado se tapa los oídos ante el disparo de un proyectil hacia Gaza.
Un soldado se tapa los oídos ante el disparo de un proyectil hacia Gaza. D. BUIMOVITCH < / span>AFP< / span>

Israel dice que Hamás ha hecho prisionero a un oficial de su Ejército. Hamás lo niega. ¿Quién miente? Quizá ninguno de los dos

03 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Israel dice que Hamás ha hecho prisionero a un oficial de su Ejército. Hamás lo niega. Es una situación extraña. Ninguno de los dos tiene motivos para mentir en este caso. A Israel no le conviene reconocer que uno de sus hombres ha sido capturado y para Hamás sería muy rentable confirmarlo. ¿Quién miente? Quizá ninguno de los dos.

A un observador veterano del conflicto esto le trae a la mente un concepto controvertido y poco conocido: la directiva Aníbal. Se trata de una instrucción secreta del Ejército israelí según la cual, cuando un soldado es capturado, la prioridad es impedir que quede en manos de sus captores, aunque esto suponga causarle la muerte. Se sabe que se instauró en 1986, durante la ocupación israelí del Líbano, para evitar que la presión ciudadana forzase al Gobierno a intercambios de prisioneros que resultaban muy desfavorables.

El héroe de Cartago

El nombre se refiere a Aníbal, el general cartaginés que prefirió suicidarse antes que ser capturado por los romanos, y la existencia de esta directiva ha sido confirmada, de manera directa o indirecta, por diversas fuentes. Se sospecha que fue aplicada, por ejemplo, en la captura, en octubre del 2000, de tres sargentos en el Líbano. El Ejército optó entonces por destruir todos los vehículos que circulaban por la zona (hasta un total de 26) para asegurarse, como así fue, de que Hezbolá no lograse llevárselos con vida. Se cree que la misma directiva se aplicó de nuevo en el 2006 en el Líbano y en el 2008 en Gaza. También en el famoso caso del sargento Gilad Shalit, aunque sin éxito; y quizá al menos en dos ocasiones durante la actual operación en Gaza.

No hay certeza de que Israel haya invocado en este caso la directiva Aníbal, aunque sí indicios. La censura militar decretada sobre este asunto complica saber la verdad, si bien podría ser reveladora en sí misma. Antes de que esa censura entrase en vigor, Carmela Menashe, corresponsal de la Radio Militar israelí, reconocía en antena que el intenso bombardeo de la villa de Rafah, en el que murieron cien personas, «es coherente con la Directiva Aníbal», puesto que era ahí donde cabía esperar que estuviese el teniente capturado. Attila Somfalvi, otro periodista israelí, asegura que en el momento justo del incidente se gritó repetidamente la palabra «¡Aníbal!» por el sistema de comunicaciones del Ejército, mientras que el prestigioso Anshel Pfeffer, del diario hebreo Haaretz, se limitó a escribir en su cuenta de Twitter «directiva Aníbal».

También cabe la posibilidad de que Hamás mienta, que tenga al oficial y lo oculte en espera de una ocasión mejor para ofrecer un trato, pero es dudoso que esta vez puedan sacarle partido más allá de la propaganda. El canje de más de mil presos palestinos por el sargento Shalit en el 2011 ocurrió en un contexto favorable y aún así resultó muy polémico, de hecho, Israel «rearrestó» a muchos de los liberados tan pronto vio una oportunidad. Tras haber perdido ya más de sesenta soldados en la actual operación contra Gaza, y con una sociedad cada vez más radicalizada, es poco probable que ningún gobierno israelí quiera o pueda acceder a un nuevo intercambio de prisioneros.

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