Centroamérica pide un plan contra la inmigración como el de Colombia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Obama atiende a los medios al abrir la reunión con los líderes centroamericanos.
Obama atiende a los medios al abrir la reunión con los líderes centroamericanos. Larry Downing< / span> reuters < / span>

Obama cita a los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador

26 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No hubo medias tintas. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer a los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador de que los niños que lleguen a la frontera sur desde sus países y «que no tengan motivos adecuados, en algún momento serán repatriados a sus países de origen». Obama se reunió con Salvador Sánchez Cerén, Otto Pérez Molina y Juan Orlando Hernández para intentar encontrar una solución a la crisis causada por la llegada desde el pasado mes de octubre de 57.000 menores indocumentados no acompañados. Sin embargo, no se movió de su mensaje ya conocido. El pueblo estadounidense y su Gobierno sienten «gran compasión» por los pequeños, pero es necesario disuadir a los niños y a sus familias de emprender el viaje.

Fuentes de la Casa Blanca habían rebajado las expectativas de la cita, que calificaron de «reunión de seguimiento», después de que el vicepresidente Biden visitara en junio Guatemala y el secretario de Estado, John Kerry, viajara a Panamá a principios de julio, para abordar la crisis humanitaria en la frontera sur de EE.UU. Pérez Molina había adelantado, sin embargo, que los mandatarios centroamericanos saludarían un «Plan Centroamérica», en la línea del Plan Colombia y el Plan Mérida para México, ante el fracaso de la Iniciativa Centroamericana para la Seguridad Regional (CARSI, por sus siglas en inglés). Los centroamericanos se quejan de que nunca recibieron los fondos CARSI.

La reunión con los presidentes centroamericanos tiene lugar en un momento en que el gobierno de Estados Unidos está considerando «un pequeño proyecto piloto» para explorar si los menores podrían pasar por un proceso para determinar si pueden emigar legalmente a EE.UU. con estatus de refugiado, antes de que salgan de sus países natales. Fuentes gubernamentales precisaron que esta idea todavía tiene que ser discutida con los presidentes centroamericanos. Las mismas fuentes señalaron que, en caso de aprobarse, será «muy modesto en tamaño» y recordaron que «el estándar para calificar con el estatus de refugiado es muy alto» y que pocos lo consiguen. Advirtieron, además, que este programa piloto «no servirá para reunificar menores con familiares indocumentados que viven en EE.UU.»

Obama ha solicitado al Congreso 3.700 millones de dólares para atajar la crisis en la frontera. Sin embargo, los republicanos y los demócratas se encuentran divididos no solo sobre el dinero, sino sobre cuestiones de fondo como si es necesario o no enviar la Guardia Nacional a la frontera o si hay que modificar la ley de 2008, que protege a los niños no acompañados de países no limítrofes. De esos 3.700 millones de dólares, unos 300 millones estarían destinados al Departamento de Estado y otros programas internacionales con el objetivo de ayudar a los gobierno de la región a controlar mejor sus fronteras y repatriar y reintegrar a los emigrantes.