La NSA no revisará sus programas

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Michael Rogers, el nuevo director de la agencia, da a conocer sus proyectos, con la transparencia como prioridad

14 may 2014 . Actualizado a las 09:20 h.

Michael Rogers que sustituyó el mes pasado a Keith Alexander al frente de la NSA aseguró en sus primeras declaraciones públicas que trabajará al frente de la agencia de espionaje estadounidense para que esta sea más transparente. Rogers, de 54 años, es un militar con grado de almirante que ha estado durante mucho tiempo en inteligencia militar y es experto en ciberguerra. Asumió tanto la dirección de la NSA como la del Comando Cibernético.

El nuevo director de la NSA lleva 33 años en el Ejército, durante los que se ha formado como el máximo experto militar en guerra cibernética de su país. La dirección de la NSA es el cargo más alto hasta ahora, pero durante años su ascenso parecía conducirlo a algo así desde que comenzó a prepararse en criptografía y guerra electrónica. Estuvo en el Estado Mayor Conjunto durante la guerra de Irak y desde el 2007 era director de Inteligencia del Comando del Pacífico.

Evitar abusos

Por su experiencia en inteligencia militar y ciberguerra, los expertos lo señalaron como el hombre perfecto para dirigir el Comando Cibernético cuando la Casa Blanca anunció en enero que sustituiría a Alexander. Lo que se puso en duda entonces, y Rogers deberá desmontar en el futuro, es que vaya a ser capaz de lidiar con todos los problemas sobre el derecho a la intimidad de los ciudadanos que la NSA arrastra desde que Snowden comenzó a desvelar sus secretos.

En su primera entrevista, el nuevo jefe de la NSA defendió la «legalidad» de los programas de espionaje masivo. En su opinión, solo necesitan una explicación mejor y no una revisión de las actividades que se llevan a cabo, como pretendía Barack Obama. Afirmó que su intención es ser «más sincero» con los ciudadanos sobre las actividades de la agencia. «La idea de tener que rendir cuentas es muy importante para mí. Debo asegurarme de que tener capacidad para caer en ellos no nos lleve a cometer abusos».

Rogers promete transparencia. Por eso su primer viaje fue a Alemania, para limar los problemas derivados de espiar el móvil de Angela Merkel.