La revancha de Ségolène Royal

La Voz

INTERNACIONAL

03 abr 2014 . Actualizado a las 13:22 h.

Estas cosas solo pasan en Francia. A veces las claves de la política hay que buscarlas en la intimidad de la alcoba. Ségolène Royal vuelve por la puerta grande al Gobierno para sentarse a la mesa del Consejo de Ministros con el presidente que la traicionó política y sentimentalmente.

Hollande recurre a la madre de sus cuatro hijos y que quiso ser inquilina del Elíseo antes que él después de repudiar a la periodista Valérie Trierweiler, la celosa mujer con quien la había engañado. A todo esto, la actriz Julie Gayet, actual amor del presidente, se lleva bien con la rehabilitada, cuya candidatura apoyó en el 2007, y es íntima de la novia de Thomas, el primogénito de los Hollande-Royal.

A los 60 años, Royal consuma su revancha al entrar en eel Gobierno de Manuel Valls, el político que ha hecho carrera en la corte hollandesa favorecido por la amistad con Valérie Trierweiler de su segunda esposa, la violinista Anne Gravoin. Lo hace como ministra de Ecología, la misma cartera con la que debutó hace exactamente 22 años, el 2 de abril de 1992. Entonces Hollande se quedó a las puertas del Gobierno porque François Mitterrand, a la sazón presidente, se opuso a que una pareja formaran parte del mismo equipo gubernamental.

La novata estaba embarazada de su cuarto hijo con Hollande. Nació el 1 de julio de 1992 y fue una niña a la que llamó Flora, nombre a tono con la misión ecológica de la feliz madre. La primera ministra que dio a luz en Francia durante el ejercicio del cargo posó orgullosa con la criatura en Paris-Match. El reportaje iba firmado por Valérie Trierweiler, amiga de la pareja y luego mucho más del padre. La periodista ya compartía en secreto la vida con Hollande cuando Royal aspiró al Elíseo, respaldada por Gayet entre otras figuras de la farándula progre. Laurent Fabius, rival entonces de la candidata en las primarias, se preguntó: «¿Quién va a cuidar de los niños?». El autor de aquel comentario machista es ahora ministro de Exteriores y número uno del Gobierno en el que Ségolène es la número dos. Flora tiene 21 años y es estudiante de Psicología.

El compañero infiel

La ruptura formal de la pareja de hecho, no pasaron ni por el juzgado ni por el altar, se produjo el mismo día de mayo del 2007 en que el conservador Nicolas Sarkozy ganó las presidenciales.

La aspirante derrotada nunca tuvo el apoyo absoluto del PS del que Hollande era secretario general. El compañero infiel, con su ex ya fuera de juego, logró conquistar el Elíseo en el 2012. «Bésame en la boca», le ordenó Trierweiler la noche que celebraban el triunfo en presencia de Royal. Sus celos estallaron ante la opinión pública con el famoso tuit en el que respaldaba al rival electoral de Ségoléne. Fue el principio de su fin. Las fotos del amor y los cruasanes con Gayet dinamitaron en enero la relación. El desalojo forzado del Elíseo acabó con el veto de la periodista a Ségolène y le ha permitido ejecutar su revancha con luz verde ecológica. Estas cosas solo pasan en Francia.

A veces, las claves políticas francesas hay que buscarlas en la intimidad de la alcoba