Obama y la maldición del segundo mandato

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Una encuesta sitúa la popularidad del presidente de EE.UU. en el 42 %, la cifra más baja de su presidencia y cinco puntos por debajo de la que tenía hace un mes

02 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Como manda la tradición, Barack y Michelle Obama repartieron dulces a los niños disfrazados que asistieron a la fiesta de Halloween en la Casa Blanca. Un corto oasis en medio del desierto de problemas que lleva a cuestas el presidente en las últimas semanas y, sobre todo, las dificultades que se le avecinan.

Obama se tragó en Halloween el amargo caramelo de una encuesta que sitúa su popularidad en el 42 %, la cifra más baja de su presidencia y cinco puntos por debajo de la que tenía hace un mes. Los columnistas han vuelto a desempolvar la idea de «la maldición del segundo mandato» cuando está a punto de celebrarse el primer año de este.

Tras el pulso que echó, y ganó, a los republicanos en la disputa por la apertura del Gobierno y la elevación del techo de la deuda, los demócratas lograron una indiscutible ventaja política que les ha durado muy poco.

Demasiado lejos

El escándalo del espionaje no le quita el sueño al ciudadano estadounidense, pero aviva el debate político sobre qué sabía Obama sobre a quién espiaba la NSA. Demócratas que habían apoyado sin fisuras a Obama, como la poderosa senadora Dianne Feinstein, han criticado duramente y en público la actuación de la NSA. El propio secretario de Estado, John Kerry, reconocía ayer que «en algunos casos se ha llegado demasiado lejos».

Pero lo que está haciendo mucho daño al presidente y a su partido es el desastre en la implantación de la joya de sus presidencia: la reforma sanitaria.

La férrea unidad que demostraron los demócratas ante los republicanos en este tema ha durado muy poco. El 2014 hay elecciones para renovar parte del Congreso y el Senado, y muchos demócratas ven peligrar su escaño en el Capitolio. Esa es la razón para que algunos se alejen de la postura del presidente si sus electores no la comparten. Así, once legisladores demócratas han pedido que se amplíe el plazo para suscribir el seguro médico, debido a los fallos en la web. Y un senador pidió que se retrase un año la entrada en vigor del Obamacare, justo lo que querían los republicanos y a lo que la Casa Blanca se niega.