Los dirigentes de los principales países europeos empezaron ayer las consultas para intentar definir una posición común sobre la violencia en Egipto entre partidarios del presidente decaído Mohamed Mursi y las fuerzas del orden.
El presidente francés, François Hollande, conversó por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, con el primer ministro italiano, Enrico Letta, y con el mandatario británico, David Cameron.
París, Berlín y Roma apelaron a una reacción «concertada» a nivel europeo. Hollande y Merkel «desean que los ministros de Exteriores de la Unión puedan reunirse rápidamente, la semana próxima, con el fin de concretar la cooperación entre la UE y Egipto y de elaborar respuestas comunes», precisó el Elíseo.
Catherine Ashton, jefe de la diplomacia europea, anunció por su parte una reunión el lunes en Bruselas de los embajadores de los 28 Estados miembro de la Unión con el fin de «evaluar la situación en Egipto» y alcanzar una posición común a la vista de adoptar medidas apropiadas.
Estos últimos días, aumentaron las voces en Europa para que la UE suspenda su ayuda a Egipto. Alemania «revisará sus relaciones con Egipto», anunció ya ayer la cancillería tras la entrevista de Merkel con Hollande y bloqueó 25 millones de euros de la ayuda al desarrollo. El jueves, Dinamarca había suspendido su ayuda (cuatro millones de euros), llamando a la UE a hacer lo mismo.
Aunque la Unión no tiene los medios de EE.UU., que cada año riega El Cairo con 1.300 millones de dólares de ayuda militar, puede jugar al incentivo de su ayuda financiera, de 450 millones de euros para el período 2011-2013. En los últimos meses, estuvo atascada por la falta de progreso democrático.
Por su parte, la mayoría de los líderes árabes han apoyado la mortífera represión contra los Hermanos Musulmanes por temor a la creciente influencia regional de la cofradía, Solo Catar, que apoya a la cofradía, y Túnez condenaron con fuerza la violencia.