La Iglesia venezolana se queda sin vino de misa

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El control de precios y las expropiaciones han hecho mermar la producción y las importaciones de productos

28 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Iglesia venezolana está a punto de quedarse sin vino para celebrar misa. La explosión del modelo de controles de precios, costos y de expropiaciones del sector privado en el país ha llegado a un punto en el que ni el vino de consagrar está asegurado. Las reservas del producto alcanzan apenas para dos meses, señaló la Iglesia católica.

El presidente de la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Freddy Fuenmayor, y el capellán militar de Venezuela, Hernán Suárez Porras, advirtieron, en un comunicado, que la empresa venezolana que hasta ahora elaboraba el vino de consagrar (Pomar, perteneciente al gigante alimentario Industrias Polar, que está bajo amenaza de expropiación del Gobierno de Nicolás Maduro), encuentra dificultad en conseguir divisas para continuar produciendo el caldo, que debe ser «mosto de uva sin aditivos», agregó el arzobispo de Coro (Falcón, a 400 kilómetros al oeste de Caracas), Roberto Lückert, uno de los más acérrimos críticos del Ejecutivo chavista desde la Iglesia.

«Prima encontrar caldos chilenos o argentinos de buena calidad para ofrecer la eucaristía, porque los italianos, españoles o franceses son muy caros», explican Fuenmayor y Porras.

«Las reservas se están acabando», agregó para la radio local Lückert, presidente de la Comisión de Medios de la CEV.

Tras una década de controles de cambio y de precios, y una agresiva política de expropiaciones durante el mandato de Hugo Chávez (1999-2013), los venezolanos padecen la más alta inflación del mundo (una estimación de 28 % para este año) y una aguda escasez de todo tipo de productos, que ha llevado al Gobierno de Maduro a iniciar una política de acercamiento al parque industrial que aún queda, empezando por Polar, y a realizar importaciones de emergencia de productos como papel higiénico, toallas sanitarias y leche en polvo.

Conseguir dólares para importar en Venezuela es misión casi imposible, y el precio de la divisa estadounidense en el mercado negro cuadruplica el del dólar oficial, que fue devaluado en febrero. Lückert solicitó al Gobierno que facilite la obtención de moneda para garantizar las importaciones de vino de consagrar, o, en todo caso, que permita que la distribuidora Pomar las obtenga y pueda volver a producir el vino en el país.

A la escasez de toda clase de bienes de consumo se añaden las protestas sobre la libertad de expresión y la situación financiera de las universidades públicas. Se afirma que la popularidad de mandatario ya está en el orden del 30 %.