Para el médico y exministro de Salud Rafael Orihuela, las fotografías muestran que Hugo Chávez sigue presentando serias dificultades para respirar, y que estaría recibiendo respiración asistida, a través de una traqueotomía (una pequeña incisión en la garganta), «al menos durante algunas horas al día».
«Las fotos confirman lo que se había dicho, que el presidente muestra dificultad para hablar, producto de la cánula traqueal que Villegas reconoció que tiene», afirma. «El hecho de que dos meses después continúe con esa vía abierta, que lo hace proclive a infecciones, indica que su dificultad para respirar también se ha prolongado. Si uno observa las imágenes, en la primera de ellas se notan las gasas que se colocan alrededor de la cánula, que es un tubo al que se le puede instalar con facilidad un respirador», añade. El experto también explica que otra señal importante que se observa es el hecho de que el presidente ni siquiera pudo sentarse para que le tomaran las fotos. A su juicio, a Chávez se le practicó, en diciembre, una exanteración pélvica total, que incluye «la extracción de buena parte del colon, la vejiga e incluso del hueso sacro, para evitar que las células cancerosas lleguen a las arterias ilíacas y a la aorta bifurcada. Ese es un procedimiento muy invasivo, que amerita un largo tiempo de recuperación y que limita permanentemente la movilidad», indicó Orihuela.
Al exministro no le sorprende que el presidente no esté tan delgado como se decía, «porque han pasado dos meses de la operación y, desde el punto de vista médico, ha atravesado un desierto [de dificultades]».