Buscan más víctimas entre las ruinas de la sede de Pemex

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Sáshenka Gutiérrez

Continúa sin descartarse ninguna línea de investigación

03 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

México comenzó ayer los tres días de luto nacional decretados por el presidente Enrique Peña Nieto tras la explosión en la sede central de Petróleos Mexicanos (Pemex) que dejó al menos 33 muertos y 121 heridos, mientras equipos de rescate y empleados continuaban la búsqueda de más víctimas, con ayuda de perros adiestrados.

Enrique Hernández y tres de sus compañeros de la empresa Picos, subcontratada por Pemex, siguen sin aparecer y sus familiares temen que se estén en lo más profundo del lugar de la explosión, según recoge el diario El Universal. Por precaución se está vacunando del tétanos y la influenza a todo el personal que trabaja en el edificio.

En el lugar también están expertos en explosivos y derrumbes para dar con el origen de la deflagración. El director de la compañía estatal, Emilio Lozoya Austin, reiteró ayer lo dicho por el fiscal general, Murillo Karam, de que todas las hipótesis siguen abiertas -accidente o atentado-, después de acudir a una funeraria para dar el pésame a los familiares de los fallecidos. Allí, expresó su solidaridad y su apoyo «no solo en lo legal, sino porque somos una familia petrolera», dijo.

La prensa mexicana ha comenzado a debatir cómo la explosión influirá en el debate propuesto por el Gobierno sobre la modernización de la petrolera estatal mexicana, en el que se pide examinar modelos de participación privada, al estilo de Brasil, Noruega o Colombia.