Los disturbios se adueñan de las noches en Belfast

gabriel fraga LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Paul Faith / Efe

La restricción del número de días que ondea la bandera británica en el Ayuntamiento desata la ira de los unionistas

09 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde que el pasado 3 de diciembre el Ayuntamiento de Belfast aprobó restringir el número de días en que la bandera británica ondea en su fachada, la capital de Irlanda del Norte vuelve a alumbrarse cada noche con luz de cócteles molotov. En este último mes más de cien personas han sido detenidas, varios líderes políticos han recibido amenazas de muerte, el tránsito en la ciudad se ha vuelto imposible por las manifestaciones y el número de heridos aumenta de modo preocupante.

La Secretaria de Estado para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, pidió a los rebeldes que dejen de «extorsionar» a los ciudadanos y afirmó que «es inaceptable que aquellos que dicen defender la bandera británica muestren su lealtad arrojando cócteles molotov y ladrillos a la policía».

Según el jefe de la policía de Irlanda del Norte, las protestas están siendo orquestadas por miembros del grupo paramilitar pro-británico UVF (Fuerza Voluntaria del Ulster), que se comprometió a abandonar oficialmente las armas en 2007. Sin embargo, en la calle, los rebeldes son en su mayoría jóvenes protestantes provenientes de los barrios marginales del este de Belfast.

Estos son los peores disturbios desde que en 1998 se puso fin a 30 años de enfrentamiento entre católicos y protestantes. Para estos, orgullosos de su pertenencia al Reino Unido, la bandera británica es un símbolo de identidad. Por este motivo, la reducción de su presencia en el Ayuntamiento a 17 días al año causó un gran malestar entre los más radicales.

La retirada de la bandera es una consecuencia del reciente ascenso en las urnas del partido pro-irlandés Sinn Féin, principal fuerza en la cámara municipal de Belfast, y la consecuente perdida control del Ayuntamiento por parte de las fuerzas de corte protestante.