Japón vuelve a virar a la derecha

Maribel izcue TOKIO / EFE

INTERNACIONAL

Las encuestas pronostican la victoria del PDL de Shinzo Abe y el descalabro del Partido Democrático en las elecciones de hoy

16 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Si los japoneses llevan a la práctica en las urnas lo que han venido respondiendo a los encuestadores en las últimas semanas, Japón dará un giro hacia la derecha en las elecciones de hoy después de un paréntesis de tres años. Los sondeos indican que el partido conservador que tuvo el control del país durante medio siglo hasta el año 2009, el Partido Democrático Liberal (PDL), obtendrá la mayoría suficiente para volver al poder. En la otra cara de la moneda, el grupo que sostuvo al Gobierno, el Partido Democrático, podría sufrir un grave descalabro,

Todo indica que el antiguo jefe del Gobierno Shinzo Abe y su aliado histórico, el minoritario partido budista Nuevo Komeito, podrían conquistar la mayoría absoluta en la Cámara Baja con cerca de 300 de los 480 escaños. Sin embargo, con esa victoria aún no alcanzarían la «supermayoría» de dos tercios (320 diputados) que le permitiría, por ejemplo, hacer cambios en la Constitución sin el apoyo de otros partidos.

Si bien el triunfo del PLD se da por hecho, la ventaja que consiga frente a sus adversarios dependerá del voto de última hora de los indecisos. Según un sondeo publicado por el diario Asahi, el porcentaje de quienes dudaban qué hacer oscilaba en las últimas horas de la campaña electoral entre el 40 y el 50 % de los más de 104,3 millones de nipones llamados a las urnas.

Debacle

Por su parte, el PD del primer ministro Yoshihika Noda parece encaminarse a una debacle después de tres difíciles años de gobierno. La formación, que logró una abrumadora mayoría en las generales de 2009 con una promesa de cambio, ha afrontado una legislatura especialmente complicada: a la difícil coyuntura de un Japón estancado en lo económico se sumó el triple desastre del terremoto, el tsunami y la crisis nuclear del 2011.

La inexperiencia de los primeros ministros del PD, tres en tres años, los problemas internos y las divisiones en el partido mermaron la popularidad del grupo, que necesitó negociar con la oposición apoyos para pasar leyes tan cruciales como la de una amplia reforma fiscal. A cambio, tuvo que pagar con la convocatoria de unos comicios anticipados en los que, según buena parte de los sondeos, apenas obtendrá unos 80 escaños, frente a los 230 actuales y los 308 que le dieron las elecciones de 2009.

La campaña electoral, que concluyó ayer, ha estado centrada en buena parte en cuestiones económicas, con el probable futuro primer ministro Abe abanderando una política monetaria más agresiva y estímulos para sacar a la tercera economía mundial de un largo estancamiento. La mayoría que vaticinan las encuestas permitiría a Abe, considerado un «halcón» marcadamente nacionalista en materia de seguridad, espacio suficiente para legislar sin grandes escollos en favor de sus políticas, que en el ámbito internacional pasan por reforzar la defensa del territorio, incluidas las islas que Japón se disputa con China.