Los republicanos protestan por el estreno en televisión de una película sobre la captura del fundador de Al Qaida
06 nov 2012 . Actualizado a las 23:40 h.¿Un documental o un anuncio de campaña? ¿Se limita a reflejar la historia o pretende inducir al voto? La película que se estrenó anoche en la televisión de Estados Unidos sobre la captura del fundador de Al Qaida, Osama Bin Laden, ha provocado la respuesta airada del partido republicano, que ya horas antes de la emisión la tachó de maniobra política para respaldar al presidente Barack Obama a pocas horas de las elecciones.
«Trata sobre historia y no sobre política», se defendió en la CNN Harvey Weinstein, el productor de la película. Weinstein, cofundador de Miramax, es un importante magnate de Hollywood, donde se ha significado como generoso contribuyente financiero de la campaña del presidente.
Su respuesta no fue suficiente, sin embargo, para aplacar los recelos de los conservadores. «Si una película aparece dos noches antes de las elecciones y está hecha por Harvey Weinstein, que es un reconocido demócrata, supone un gran apoyo para Obama y por supuesto que levanta suspicacias», aseguró Ana Navarro, asesora del partido republicano. En la misma línea se pronunció la página web conservadora Breitbart.com.
A su juicio, se trata de un «anuncio de campaña de dos horas de duración y de muchos millones de dólares a favor de Obama», asegura la web.
Cinta de acción
El director de la cinta, John Stockwell, terció en la polémica intentando defender la neutralidad del argumento. Según dijo, nadie en su equipo tuvo como objetivo presentar favorablemente la figura de Obama para que reluciera más ante los ojos del público.
La película, titulada Seal Team Six: The raid on Osama bin Laden, resumió, es básicamente una cinta de acción que recrea los peligros que entrañó la misión de las fuerzas especiales del Ejército estadounidense que fueron enviadas a Pakistán, donde estaba refugiado Bin Laden, para abatirlo.
Ante el cariz que adquiría la polémica, también el canal National Geographic, que emitió la película, se vio obligado a intervenir. Según aclaró un portavoz, la elección del día del estreno no fue política y obedeció exclusivamente al interés mediático que tiene.
La respuesta no pasó inadvertida a Stockwell, quien recordó que los dueños del canal no son precisamente simpatizantes de Obama. Como se sabe, una gran parte de la propiedad de National Geographic se encuentra en manos de Fox, la emisora más crítica con el líder demócrata y portavoz oficioso de la campaña republicana.
emisión para la polémica