Un antiguo estudiante dona 95 millones de euros a la Universidad de Oxford

EFE

INTERNACIONAL

«No estaría aquí si no fuera por la generosidad de los extraños», declaró Michael Moritz

11 jul 2012 . Actualizado a las 21:49 h.

La Universidad de Oxford ha recibido una donación récord de 75 millones de libras (95,2 millones de euros) de un antiguo estudiante que se empleará para becar a jóvenes con pocos recursos, informó hoy este centro educativo británico.

La donación ha sido realizada por el empresario y experiodista Michael Moritz y su esposa, la novelista Harriet Heyman, y se trata de la mayor dedicada a la ayuda de estudiantes universitarios que se ha hecho nunca en Europa.

De ella se beneficiarán este año un centenar de estudiantes, que recibirán unas 11.000 libras anuales (unos 14.000 euros) para pagar sus matrículas y manutención.

La donación ha coincidido con el aumento de las tasas universitarias en Inglaterra, que se ha incrementado hasta las 9.000 libras anuales (11.400 euros), después de que el Gobierno permitiera triplicar recientemente el máximo que las Universidades puede cobrar a los estudiantes.

El dinero donado se va a emplear en un programa de becas de 300 millones de libras (381 millones de euros) dirigido a ayudar durante los años universitarios a estudiantes brillantes cuyas familias tienen ingresos inferiores a 16.000 libras al año (20.300 euros).

Durante la presentación hoy de la beca en Londres, Moritz, de 58 años y residente en San Francisco (EE.UU.), dijo que el objetivo de la iniciativa es asegurar que «cada profesor a lo largo del Reino Unido entienda que no hay obstáculos para ninguno de sus estudiantes a la hora de obtener un plaza en Oxford».

«Ahora ya no hay barreras económicas entre ningún estudiante y la Universidad», apuntó el empresario estadounidense de origen galés que es el fundador de Sequoia Capital, un fondo de capitales que ha financiado a las más importantes empresas tecnológicas de Silicon Valley (California) como Apple, Google o YouTube.

Moritz, que se graduó en Oxford en 1976 en historia del arte, reveló que detrás de esta donación hay una razón personal, ya que él fue a un colegio público en Cardiff (Gales) y fue el único de sus compañeros que pudo asistir a la prestigiosa universidad inglesa.

«No estaría aquí si no fuera por la generosidad de los extraños», aseguró el empresario, cuyo padre tuvo la oportunidad de estudiar en un buen colegio en Londres gracias a una beca después de «perderlo todo» en la Alemania nazi.