Siria sigue en guerra, pero Annan no da por muerto el plan de paz

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

HANDOUT / Reuters

Los opositores piden que no se descarte una intervención extranjera

11 abr 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

La guerra y el conteo de muertos continuó ayer en Siria ignorando la fecha límite para cumplir el alto el fuego. El régimen sirio anunció que había retirado algunas tropas. No convenció a nadie, ni a la oposición ni al propio mediador Kofi Annan, que en un mensaje al Consejo de Seguridad de la ONU dejó por escrito que Siria no ha enviado aún una «señal de paz». Pese a todo, en su opinión, el plan está enfermo, pero no muerto.

A su entender es pronto para decir que la iniciativa de seis puntos acordada por la ONU y la Liga Árabe ha fracasado. «Todavía está sobre la mesa y todos estamos trabajando para ponerlo en marcha [...] Así que creo que el plan está muy vivo», afirmó. Por ello dio una nueva fecha para el alto el fuego. «A las 6.00 hora local del día 12 de abril tendremos que acallar las armas», manifestó tras visitar el campo de refugiados sirio instalado en la provincia turca de Hatay.

Un campo en el que también estuvieron ayer dos senadores de EE.?UU., el republicano John McCain y el demócrata Joe Lieberman, firmes partidarios de armar a los rebeldes sirios.

Reunido en Ginebra, el Consejo Nacional Sirio afirmó que si el proceso de paz fracasa, no debería descartarse ninguna alternativa para frenar la sangría, incluida la intervención armada.

Tanto Rusia como China, aliados de Damasco, instaron a Bachar al Asad a cumplir la tregua. Aunque el ministro del Exterior ruso, Serguéi Lavrov, tras recibir en Moscú a su homólogo sirio, Walid al Muallem, pidió a Annan que presione más a la oposición para que sus milicias armadas depongan las armas.

Medio centenar de muertos

Según Al Muallem, el Ejército sirio ha replegado tropas en algunas provincias y citó expresamente a Homs. Sin embargo los datos que llegaban de los activistas, y que recoge Al Yazira, hablaban de bombardeos sobre ese bastión rebelde y también sobre Alepo, Idlib y Hama. En estas dos últimas los leales a Al Asad apoyados por helicópteros artillados siguieron en su empeño de liquidar a los combatientes. Los rebeldes contaron ayer al menos medio centenar de muertos en toda Siria.

El rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) también negó el repliegue y señaló que Al Asad solo se ha dedicado a cambiar de lugar a algunas tropas. Además amenazó con «atacar al régimen sirio en 48 horas de una forma en que nunca lo hemos hecho antes», si las fuerzas de Damasco no detienen ya las hostilidades, dijo a Efe el portavoz del ELS, el coronel Qasem Saadedin.

Mientras crece el nerviosismo en la frontera turco-siria. «Guerra en la frontera», titulaba el diario turco Günes. Si desde Moscú, Al Mualem acusó a Turquía de proveer de armas a los rebeldes y permitir sus incursiones, desde Pekín, el primer ministro Recep Tayip Erdogan denunció la «clara violación de la frontera» por Siria tras el tiroteo del lunes contra un campo de refugiados. La tensión obligó al jefe de la diplomacia turca a interrumpir su visita a China y regresar a Ankara. El temor a Irán frena el deseo turco de crear una zona de contención en la frontera. Annan estará hoy en Teherán.