De rosa del desierto a una insensible compradora

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

24 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En poco más de un año Asma al Asad ha pasado de ser una «rosa del desierto» -como la definió la revista Vogue en febrero del 2011 en pleno estallido de la primavera árabe- a ser apodada la «María Antonieta árabe». De ser una de las reinas del papel cuché por su elegancia y compromiso social a ser denostada por su insensibilidad ante las penalidades de miles de sirios, sobre todo los de fe musulmana suní a la que pertenece su familia.

Asma nació hace 36 años en Acton (Londres), donde emigraron sus padres, el cardiólogo Fawaz al Akhras y la diplomática Sahar Otri. Allí creció y cursó estudios en colegios anglicanos, donde sus amigos la llamaba Emma. Estudió Informática en el King College, la quinta universidad más antigua de Londres, y Francés. En ese tiempo fue cuando conoció al estudiante de Oftalmología Bachar. Estuvo en la nómina del Deutsche Bank y J. P. Morgan antes de casarse en diciembre del 2000 con él, seis meses después de que asumiera el poder tras la muerte de su padre, Hafez al Asad.

El presidente la eligió sabiendo que ella podría ser la imagen amable de la dictadura siria -la empresa de relaciones públicas Bell Pottinger ayudó a ello-, aunque provocó tensiones dentro de la familia, en particular con su hermana Bushra y su madre Anisseh.

Durante años se tuvo la percepción de que su educación occidental podría alentar la apertura y las reformas en Siria. Lo tenía todo, formación universitaria, devota madre de hijos y supuesto interés por mejorar la vida de su pueblo. Todo envuelto en glamur, a semejanza de la jordana Rania

Una imagen que se fue desvaneciendo según se acumulaban los muertos en Siria. Primero fue criticada por su silencio y luego por defender a su marido en The Times. Nadie en el Reino Unido se creía que pudiera aprobar la represión. Los correos electrónicos filtrados a The Guardian mostraron a una Asma insensible que gastaba miles de dólares en lujosas compras por Internet mientras su marido bombardeaba a los opositores en Homs, la ciudad de donde es originaria su familia.