Escenifica el fin de la invasión recibiendo a Maliki en la Casa Blanca
13 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El presidente Barack Obama se reunió ayer durante más de una hora en la Casa Blanca con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. Fue el primer encuentro desde que Obama anunció la salida total de las tropas norteamericanas de Irak antes de fin de año. En la rueda de prensa que siguió al encuentro volvió a reiterar que en Irak no quedarán ni bases ni soldados de su país después del 31 de diciembre de este año. Según dijo, se marchan de allí «con honor y la cabeza alta».
Obama y Maliki escenificaron el final definitivo de la guerra de Irak. Ante la pregunta sobre la decisión de comenzar esa guerra, que tomó su antecesor George Bush, Obama aseguró que «la historia juzgará la decisión de entrar en Irak». Advirtió que el fin de la invasión no supone indiferencia por parte de EE.UU. en el futuro. En este sentido, advirtió a otros países para que no «interfieran», lo que se interpretó como una referencia al vecino Irán.
Con respecto a cómo serán las relaciones entre ambos países a partir de ahora, los dos líderes no dieron muchas pistas más allá de lo que Obama ya había anunciado sobre que se establecerían relaciones diplomáticas normales entre dos Estados soberanos. Maliki afirmó que su país necesita mantenerse libre de influencias como la de Al Qaida, por lo que aclaró: «Requerimos acuerdos estratégicos como el que tenemos con Estados Unidos». También se refirió el primer ministro iraquí a otras necesidades económicas de su país y a su esperanza de que Estados Unidos esté a su lado en esos aspectos. Obama insistió en que el acuerdo incluye una posible cooperación en seguridad que podría materializarse en la formación en un futuro de las fuerzas de seguridad iraquíes por parte de personal estadounidense.
Los dos líderes fueron preguntados por la situación de Siria. Mientras Obama acusó a Al Assad de utilizar «tácticas de represión», Al Maliki dijo que apoyará las decisiones que tome la Liga Árabe.