Ortega, presidente de nuevo con ayuda de Chávez y de un cardenal

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Las encuestas le otorgan un 48 % en la intención de voto para las elecciones de hoy en Nicaragua

06 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo apunta a que el presidente Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, obtendrá hoy la victoria en las elecciones que se celebran en Nicaragua, en parte por méritos propios y de Hugo Chávez, y en parte por el demérito de la oposición, que acude dividida con cuatro candidatos enfrentados entre sí, pero que también prometen mantener la cooperación con Venezuela. De ellos, el mejor situado es el empresario Fabio Gadea, de 79 años y con un 30 % en intención de voto, y que concurre por el Partido Liberal Independiente.

En un país de 5,8 millones de habitantes, de los que el 45 % son pobres (viven con 2,08 dólares al día) y soporta un paro del 53 %, la larga campaña de 75 días transcurrió sin debate, y bajo la sombra de la «generosidad» de los petrodólares venezolanos.

La oposición recurrió a «aparentes irregularidades» en la candidatura de Ortega, pues el Tribunal Supremo declaró inaplicable el artículo de la Constitución que limitaba a dos los mandatos. Y es que Ortega fue presidente en 1985-1990 e inició su segundo mandato en el 2007, por lo que no fueron consecutivos. La oposición lo consideró «un golpe a la democracia».

Con una intención de voto del 48 %, según las encuestas, el guerrillero de los años ochenta Ortega y ahora aliado de la jerarquía católica llegará a un tercer mandato de cinco años con el país abonado. Los más, que reclaman algo tan básico como pan, techo y trabajo, le están agradecidos porque les ha dado láminas de zinc donadas por Chávez para fabricar techumbres. Reflejo de la miseria. Otros, los de clase media, exigen puestos de trabajo y educación de mayor calidad. Ortega los tiene presentes: aumentará los beneficios sociales, económicos, educativos y las infraestructuras, con la cooperación de Venezuela, que ya ha dado cerca de dos mil millones de dólares desde el 2007 y que Ortega administra a través de una empresa privada ligada a su partido. Para hacerse una idea, el presupuesto nacional de este año ronda los 1.600 millones.

Evolución religiosa

Tan convencido está Ortega de su triunfo que cerró su campaña dos días antes de la fecha, sin actos masivos. Solo con un canto a la paz y junto a su todopoderosa mujer, Rosario Murillo, con muestras de devoción a la virgen María y a Jesucristo. Piden el voto «con el favor de Dios». Esta (r) evolución religiosa del matrimonio se debe en parte a lo mucho que comulgan con el cardenal Miguel Obando, quien a su vez es un reconvertido del antisandinismo que acude a los mítines de Ortega casi tanto como Murillo. De esta ya se dice en Nicaragua que es la mujer con más poder del país. Además de dirigir la campaña, hasta se permite ordenar a su antojo pintar de colores monumentos.

Ortega se ha vuelto pragmático, amigo de Irán y de Rusia, pero también de EE.UU., y aboga por las buenas relaciones con la UE y el FMI.