Los disparos de las fuerzas del orden sirias, que utilizaron balas reales contra los manifestantes, mataron a por lo menos 37 personas el viernes, afirmó ayer Ammar Qorabi, presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos. Miles de vecinos de Deraa exigieron ayer la caída del régimen durante el entierro de las decenas de muertos en Deraa.
«El viernes se realizaron manifestaciones pacíficas pidiendo libertad en las diversas regiones sirias, sobre todo en Deraa, en el sur», declaró Qorabi. Sin embargo, las autoridades sirias «reprimieron violentamente esas manifestaciones utilizando granadas lacrimógenas y tirando con balas reales contra civiles desarmados, matando e hiriendo a decenas de personas», denunció este militante de los derechos humanos radicado en El Cairo.
«Se trata de violaciones flagrantes de los derechos y de las libertades», declaró Qorabi, quien pidió a las autoridades que permitan a los periodistas y a los canales de televisión vía satélite cubrir los acontecimientos. «Es necesario reemplazar la solución de seguridad decidida por las autoridades por una política que responda a las reivindicaciones de los manifestantes, permitiéndoles reunirse libremente y liberando a cientos de personas que fueron arrestadas durante esas manifestaciones», insistió.
La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, exigió hoy al Gobierno sirio que ponga inmediatamente fin a la represión violenta de los manifestantes.