La OTAN acuerda el embargo de armas a Libia pero no decide su papel en la operación

Agencias

INTERNACIONAL

22 mar 2011 . Actualizado a las 18:37 h.

La OTAN ha acordado poner en marcha en breve un despliegue coordinado de unidades navales ante las costas de Libia para hacer respetar el embargo internacional de armas con destino al país norteafricano, informaron fuentes de la alianza en Bruselas.

Los embajadores de los 28 socios de la Alianza alcanzaron un acuerdo en este sentido en una reunión celebrada en el cuartel general de la organización en Bruselas. «La OTAN ha decidido lanzar una operación para aplicar el embargo de armas a Libia. Todos los aliados se han comprometido a cumplir con sus responsabilidades en el marco de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (1.973), para frenar la violencia intolerable contra los civiles», aseguró el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.

Los buques de la OTAN «llevarán a cabo operaciones de control, información, y, si fuera necesario, frenarán a naves sospechosas de llevar armas ilegales o mercenarios», agregó el danés. Se trata de garantizar, según la última resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que no llegará ningún material bélico con destino al régimen de Muamar al Gadafi.

«La OTAN han completado los planes para colaborar en la aplicación de la zona de exclusión aérea, para, si es preciso, aportar nuestra contribución, de una manera claramente definida, para ampliar el esfuerzo internacional para proteger a la población de Libia de la violencia del régimen de (Muamar al) Gadafi», agregó.

No obstante, la OTAN sigue sin llegar a un acuerdo sobre qué hacer para participar en la operación internacional para establecer una zona de exclusión aérea sobre ese país para proteger a la población civil. «Ahora hay una discusión en curso sobre la aplicación de la zona de exclusión», explicó una fuente aliada, que aseguró que ese debate «muy complejo» puede prolongarse durante días.

Por lo pronto, el miércoles los embajadores de los 28 países volverán a reunirse en Bruselas para tratar el asunto. En la OTAN se barajan, a día de hoy, multitud de opciones, que van desde asumir el mando operativo de las acciones aéreas de la comunidad internacional hasta llevar a cabo una operación paralela a la liderada por la coalición que ha iniciado los ataques o incluso quedarse al margen.

Francia -el primer país en bombardear objetivos del régimen de Muamar al Gadafi- se resiste a ceder el mando de las operaciones a la Alianza, para la que ve un papel secundario. Mientras, Reino Unido e Italia han urgido a efectuar el traspaso de poderes, que también apoyaría Estados Unidos. Las discusiones en la OTAN se dificultan, además, por la postura de dos de sus miembros -Turquía y Alemania-, que ven con reticencias los ataques internacionales contra Gadafi y se niegan a participar.

En estos momentos, una coalición formada por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, lleva a cabo esas operaciones, que incluyen ataques selectivos desde aviones de combate y con misiles guiados por láser desde buques estadounidenses fondeados ante las costas libias.