Egipto disuelve los controvertidos servicios de represión de Mubarak

el cairo / dpa, efe

INTERNACIONAL

16 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Poco más de un mes después de la dimisión de Hosni Mubarak, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que gobierna Egipto disolvió ayer los controvertidos servicios secretos internos del país, cumpliendo una de las exigencias clave de la oposición.

Los Servicios de Investigación de la Seguridad Estatal (SSIS) eran considerados un pilar fundamental del sistema de represión de Mubarak. Sus funcionarios, agentes e informantes torturaron y maltrataron a opositores políticos e intelectuales disconformes, corrompían a los grupos políticos que podían hacer competencia al Partido Nacional Democrático (PND) de Mubarak y falseaban elecciones a favor de esa formación.Los SSIS serán sustituidos por una Agencia de Seguridad Nacional controlada por el ministro del Interior, Mansur el Essawi, y con las labores tradicionales de protección a la Constitución y defensa antiterrorista, informó la televisión, sin que se conozcan más detalles.

Hace diez días, los activistas del movimiento democrático atacaron varias centrales de los servicios secretos con el objetivo de evitar la destrucción de documentos por los funcionarios y agentes. Las actas fueron entregadas al Ejército y a los miembros de la Fiscalía estatal y ahora se espera que sirvan para destapar los crímenes políticos y la corrupción del antiguo régimen. Muchos ya fueron fotografiados, filmados o colgados en Internet, mientras el Ejército pidió a los ciudadanos que devuelvan los documentos y eviten su difusión descontrolada.

El movimiento llega ante el aumento de las tensiones entre musulmanes y la minoría cristiana copta en El Cairo la semana pasada. Testigos y familiares de las víctimas culparon a los agentes secretos vestidos de civiles de crear el caos y provocar las muertes de 13 personas.

Hillary Clinton manifestó ayer el apoyo de EE.UU. a la transición en Egipto hacia la democracia desde la misma plaza Tahrir, epicentro de la revolución popular. En una rueda de prensa en un palacio gubernamental en Tahrir, Clinton aseguró que continuará respaldando «un nuevo futuro, donde los egipcios tomen el control de su propio destino». La secretaria estadounidense hizo estas declaraciones después de reunirse con su homólogo egipcio, Nabil el Arabi, en su primer visita tras la caída de Mubarak.