Trece años alejado del poder han logrado que el Partido Conservador haya tenido tiempo de crear un líder con garantías de arrebatar el mando al Partido Laborista. La creación tory, David Cameron, es una versión refinada, atractiva y liberal de los rancios John Major y William Hague. Cameron cuenta con un fiel aliado en esta campaña, su esposa Samantha, que ya ha promocionado a su Dave como un hombre de familia moderno, en contacto con los votantes de todos los estatus a pesar de sus orígenes privilegiados. Estudió filosofía, políticas y económicas en Oxford. Sus dotes de comunicador le llegan de los siete años que pasó en Carlton Communications. Su relativa inexperiencia (fue nombrado líder en el 2005) será puesta a prueba en los debates televisados.