La rica esposa del alcalde de Moscú

Rafael M. Mañueco

INTERNACIONAL

Elena Batúrina, la mujer más adinerada de Rusia, medró a la sombra del Ayuntamiento y acaba de comprar el palacio más grande de Londres tras el de Buckingham

19 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Se sabe poco de la vida privada de Elena Batúrina, segunda esposa del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, y la mujer más rica de Rusia, según la revista Forbes . No se la suele ver en ningún sarao ni acostumbra a aparecer en público en compañía de su cónyuge.

Tampoco está en las listas de las mujeres más glamurosas y elegantes. Dicen que es adicta al trabajo y que se pasa el día enclaustrada en su despacho.

Que Batúrina es propietaria del holding ruso Inteko es algo que se conoce desde hace tiempo, pero su nombre saltó a los titulares de la prensa cuando Forbes reveló la cuantía de sus bienes. El año pasado su fortuna superaba los 4.000 millones de dólares. La crisis ha hecho que su patrimonio se contraiga hasta los mil millones (casi 700 millones de euros).

Un centenar de habitaciones

Otro factor que ha venido a atizar aún más la polémica ha sido la información aparecida el mes pasado en el dominical británico The Sunday Times sobre la supuesta compra de una mansión en Londres por parte de Batúrina. Se trataría del segundo palacio más grande de la capital británica, después del de Buckingham. Está en la parte norte de la ciudad, tiene cerca de un centenar de habitaciones y está protegido. Ha servido de marco para el rodaje de películas y series de televisión.

La broma, según Sunday Times, le ha costado a Batúrina 55 millones de euros y deberá gastarse todavía una suma parecida en construir en el sótano un cine, una piscina y un aparcamiento para 24 vehículos. Se proyecta además instalar un montacargas para subir los coches del garaje a la superficie.

Boris Nemtsov, ex ministro, antiguo gobernador de Nizhni Nóvgorod y, junto con el ajedrecista Gari Kaspárov, líder del movimiento Solidarnost (Solidaridad) acaba de escribir un informe sobre «los negocios» del regidor moscovita y su adinerada esposa.

El documento fue repartido por Moscú en forma de folleto durante la reciente campaña electoral de los cuestionados comicios municipales en la capital rusa.

Nemtsov escribe que la primera dama de Moscú inició su andadura como empresaria en 1991, el mismo año en el que se casó con Luzhkov y unos meses antes de que este se convirtiese en alcalde. El dirigente opositor sostiene que, en aquel entonces, Batúrina, que se licenció en el Instituto de Dirección Empresarial y Administrativa de Moscú, apenas tenía dinero. Había empezado acogiéndose a la ley de cooperativas que introdujo Mijaíl Gorbachov en la época de la perestroika y se dedicaba a fabricar plásticos.

?Le llueve dinero

Ya con Luzhkov al frente de la alcaldía, a Batúrina le empezó a llover el dinero. El banquero Alexánder Smolenski concedió varios créditos a Inteko. A cambio, su entidad, Banco de Ahorros de la Capital, acogió parte de las cuentas del presupuesto del Ayuntamiento. Con las sumas recibidas, Batúrina se dedicó a adquirir instalaciones que el municipio privatizaba.

Según el esquema con el que se hicieron todas las demás privatizaciones en Rusia en la década de los noventa, las concesiones se hacían a un precio muy por debajo del valor real. Lo importante es que quienes recibían la propiedad debían ser personas de confianza, del mismo círculo y de quienes luego se recibiría algo, fuese dinero, acciones o influencia. En el caso de Luzhkov y Batúrina, como señala Nemtsov, «todo queda en familia».

Batúrina logró hacerse con fábricas de cemento, material que, además de emplear en sus propias constructoras, vendía por toda Rusia, acaparó un tercio de todo el mercado interior de artículos de plástico y sembró de viviendas Moscú y otras ciudades rusas.

Todo eso además de adquirir acciones del gigante energético Gazprom, la petrolera Rosneft y el Sberbank, el principal banco ruso junto con el VTB.

Modelo de enriquecimiento

Nemtsov subraya el trato de favor que Batúrina recibió del Ayuntamiento de Moscú en diversas contratas para la construcción de edificios. Por eso, se enfrenta ahora a una querella por «difamación» presentada por Batúrina. Según él, «el modelo de enriquecimiento, en el caso de la familia Luzhkov, es como un espejo que se repite por todo el país».

Batúrina cumplirá 47 años el próximo 8 de marzo, fecha en la que en Rusia se celebra el Día de la Mujer, y ha tenido con Luzhkov dos hijas, Aliona y Olga, de 17 y 15 años respectivamente. A la esposa del alcalde le gusta montar a caballo -fue presidenta de la Federación de Hípica rusa hasta el 2005- , dispara bien con pistola y práctica además el golf y el esquí.