La oposición iraní pide anular los comicios y alienta las protestas

Pierre Celerier

INTERNACIONAL

El presidente reelegido resta importancia a los disturbios y los compara con un partido de fútbol

15 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad (63% de los votos), defendió ayer la legitimidad de su reelección ante una masa de simpatizantes entusiastas congregados en el centro de Teherán, mientras su principal rival, Mir Huseín Musavi (34%), reclamó oficialmente al poderoso Consejo de Guardianes que anule los resultados de las elecciones, por irregularidades.

«Las elecciones en Irán son las más limpias» del mundo, afirmó Ahmadineyad. El candidato reformista Mehdi Karubi, que obtuvo un pobre resultado, aseguró que no reconoce a Ahmadineyad como presidente. Este acusó a sus adversarios de mantener vínculos con el extranjero, y a la prensa extranjera de librar «una guerra psicológica» contra su Gobierno.

Las posibilidades de que el resultado sea anulado son a priori ínfimas. Los miembros del Consejo son nombrados por el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, que se congratuló el sábado de la reelección de Mahmud Ahmadineyad.

En una carta dirigida al citado Consejo -que debe validar los resultados- y divulgada a través de su página web, Musavi denuncia varias irregularidades y asegura que «uno de los candidatos», apoyado por el Ministerio del Interior, ha influido en el resultado final. En la página también se dirige a sus seguidores: «Os aconsejo de nuevo que continuéis la oposición civil y legal, de forma pacífica, a través del país». Poco después, su web fue clausurada.

Detenidos

La capital iraní amaneció ayer tomada por la policía y grupos de milicianos islámicos basij . Nuevos incidentes estallaron entre unos 200 partidarios de Musavi y las fuerzas de seguridad, que usaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Unas 170 personas, 70 de ellas consideradas «organizadoras» de las protestas, fueron detenidas, indicó el subjefe de la policía, Ahmed Reza Radan. Por la tarde, la policía efectuó disparos al aire para obligar a retroceder a los manifestantes.

La capital no había vivido actos de violencia de tal magnitud desde los disturbios estudiantiles de julio de 1999.

La tensión se acrecentó con la detención de al menos nueve responsables reformadores, entre ellos dos ex viceministros, partidarios de Musavi. También fue detenido Mohamad Reza Jatamí, hermano del ex mandatario, aunque fue puesto en libertad poco tiempo después del arresto.

Ahmadineyad desestimó ayer la importancia de los disturbios, al asegurar que es «algo natural, similar a cuando un equipo de fútbol pierde el partido y sus seguidores, por el fervor, se enfadan».

Con el mismo símil futbolístico, respondió a los rumores de que Musavi se encuentra bajo arresto domiciliario, noticia que horas después desmintió su mujer, Zahra Rahnavard.