Lee Dynamics International, una compañía estadounidense que opera desde Kuwait, ha pagado cientos de miles de dólares en sobornos a militares norteamericanos para conseguir contratos en Irak por valor de 11 millones de dólares. Según publicó ayer The New York Times , el Ejército decidió el mes pasado que la empresa dejara de trabajar con el Gobierno mientras se dirime la demanda judicial interpuesta.
Uno de los militares involucrados en el caso de Lee Dymanics se suicidó en Bagdad el pasado diciembre, un día después de que admitiera haber recibido al menos 225.000 dólares en sobornos por parte de la compañía.
El caso aparece ahora en el epicentro de un escándalo de fraude en la concesión de contratos de reconstrucción en el país árabe que ha llevado al secretario de Defensa, Robert Gates, a enviar a Irak al inspector general del Pentágono para que investigue la trama. El Ejército está revisando 18.000 contratos valorados en más de 3.000 millones de dólares otorgados en los pasados cuatro años. Hasta el momento, 22 compañías han sido suspendidas temporalmente y 18 de forma definitiva, por lo que no podrán seguir trabajando con el Gobierno debido a acusaciones de corrupción.
Cita con el Estado Mayor
Por otro lado, el presidente George W. Bush se disponía anoche a reunirse a puerta cerrada con la Junta del Estado Mayor y a oír las quejas y preocupaciones de los máximos responsables de los Ejércitos de tierra, mar y aire. Tal y como se adelantó hace unos días, le expondrán su opinión de que las fuerzas armadas está al máximo de su capacidad por las operaciones abiertas en Afganistán e Irak. Asimismo, le expresarán su frustración porque el Gobierno iraquí no está haciendo lo suficiente para avanzar la transición política e ir asumiendo cada vez mayores responsabilidades, por ejemplo en temas de seguridad. Según la agencia AP, el general Benjamin Mixon, responsable de las tropas en el norte de Irak, afirmó que «no he visto ninguna mejora real en el año que llevo aquí», en alusión al trabajo del Ejecutivo de Bagdad para equipar y entrenar a sus propias tropas.
La reunión estuvo precedida de un nuevo estudio que indicó que la policía iraquí -formada por 25.000 agentes- es tan corrupta y está tan influenciada por los distintos grupos sectarios que debería ser desmantelada y reemplazada por un cuerpo más pequeño.
Lo que no estaba claro era si la Junta del Estado Mayor le iba a plantear a Bush -o por lo menos, en qué términos- el comienzo de la retirada de las tropas, por lo menos la mitad empezando el próximo año, como se filtró semanas atrás.