«Ya su cuarto de hora pasó, debe vivir una vejez tranquila y dejar a los jóvenes gobernar»

Rigoberto Díaz

INTERNACIONAL

13 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

la habana | La situación de Castro divide a los cubanos. «Fidel ya está viejo y enfermo, son 81 años y vienen los achaques, pero es, como dice Evo Morales, un abuelo sabio», afirma Mirdrelys Avila, enfermera de 29 años que trabaja en un hospital en el barrio habanero del Vedado. La joven habla emocionada de Castro: «Es un símbolo de dignidad y soberanía, de esos revolucionarios que defienden sus ideas hasta la muerte».

Pero no es la única opinión. «Es hora de que se retire, está enfermo y cansado. Lo digo con respeto, porque es el líder de esta revolución y los cubanos lo queremos, pero el país necesita ideas nuevas. Fidel ya hizo su historia, ahora que deje hacer a los demás», opina Pedro Zúñiga, un taxista cuarentón que repara su Chevrolet 1956 en una céntrica avenida de La Habana. Un albañil de 33 años, que no quiso revelar su identidad, coincide con él: «Ya su cuarto de hora pasó, debe vivir una vejez tranquila y dejar a los jóvenes gobernar». «Hay quienes quieren que siga en el poder, otros que sea un consejero. Yo quiero que se retire, a ver si este país progresa. Y no estoy diciendo que vengan los yankis, no», apunta el joven, quien se queja de que su salario mensual de 250 pesos cubanos (unos 11 dólares) no le alcanza para vivir. Silvia Suárez, educadora de 36 años que trabaja en una guardería infantil, dice que para ella «Fidel es lo máximo, una figura de talla mundial», y lamenta no tener noticias de la salud del gobernante.

Un año enfermo

Hace un año, el 13 de agosto, los cubanos vieron impactados las primeras fotos y vídeos de Castro convaleciente de la primera de varias cirugías, acompañados de un mensaje en el que prometía luchar por su salud, sin descartar una «noticia adversa». Ramón Suárez, vendedor de carne de 66 años, de La Habana, recuerda bien aquel día: «Fue muy duro, nunca habíamos visto a Fidel así», pero «ahora sabemos que va bien, y solo deseamos escuchar que su recuperación total es un hecho». «A Fidel le debo lo que soy y todo lo que tengo», dice Suárez.