Su médico asegura que el ex dictador logró ponerse en pie y se alimenta con normalidad Las familias de sus víctimas reclaman una investigación por si la enfermedad fue un montaje
06 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.El ex dictador chileno Augusto Pinochet evolucionaba ayer satisfactoriamente del infarto que sufrió el domingo y en una semana podría dejar el hospital, en una recuperación que dio pie a familiares de sus víctimas a pedir que se investigue si se trató de un montaje para eludir a la justicia. Pinochet, de 91 años, no requería ningún equipo médico especial, conversaba con su familia, logró ponerse en pie y se sentó tres veces en un sillón de su habitación de la unidad coronaria del Hospital Militar de Santiago, según explicó el jefe del equipo médico que lo trata, Juan Ignacio Vergara. El ex dictador se alimenta por vía oral y ha recibido alimentos líquidos y sólidos, aunque reducidos en grasas, según detalló Vergara al entregar el séptimo boletín médico. Posteriormente, el doctor confirmó, en conversación telefónica con La Voz, que el general abandonará el hospital «en el plazo de una semana», siempre que no surjan nuevas complicaciones. La rápida evolución médica del ex dictador levantó sospechas en la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, cuya presidenta, Lorena Pizarro, explicó a la AFP que «vamos a pedir que se investigue si este show vergonzoso fue o no un montaje». «No puede ser que en menos de 48 horas se haya recuperado tan bien, después que su familia y el hospital informaron que estaba al borde de la muerte», agregó la dirigente. Se pedirá que la Justicia ordene al Servicio Médico Legal investigar las condiciones reales de salud que presentaba Pinochet cuando llegó al Hospital Militar, detalló por su parte el abogado Hugo Gutiérrez. En varias ocasiones previas el general fue hospitalizado en vísperas de una resolución judicial, tal como este caso que coincidió con la audiencia de la Corte de Apelaciones.