El ex-presidente yugoslavo amenazó con suicidarse y matar a su familia antes de entregarse El ex-presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, responsable de una década de guerras y matanzas en los Balcanes, se rindió en la madrugada del domingo a las autoridades de su país después de resistir alrededor de 36 horas y una larga y difícil negociación, en la que se descarta, por ahora, su entrega al Tribunal de La Haya. Un juez dictó treinta días de prisión preventiva y su ingreso en prisión.
02 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.. Durante las negociaciones para su rendición, Milosevic, agitando una pistola, amenazó, antes de suicidarse, con matar a su esposa y a su hija. Pero el ex-dictador aceptó rendirse cuando Branislav Ivkovic, un alto dirigente del partido Socialista, le aseguró que la justicia serbia había prometido un proceso legal y que no seria extraditado. La detención preventiva del ex-presidente yugoslavo Slobodan Milosevic se mantendrá mientras dure la investigación por supuesto abuso de poder, según informó su abogado, Toma Fila. Tras rendirse, alrededor de las cinco de la madrugada del domingo, Milosevic fue interrogado en la Prisión Central de Belgrado, en la que se encuentra. El ex-dictador se declaró inocente de los cargos que se le imputan, indicó el abogado defensor, y anunció que hoy lunes presentará una apelación a la decisión del juez por considerar que la detención preventiva no era necesaria. Fila indicó que el ex-presidente se encuentra en buen estado de salud, aunque con la tensión arterial un poco alta, que fue sometido a un examen médico y que se le han administrado sedantes. Perseguido por crímenes de guerra y contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la Antigua Yugoslavia (TPI) y por corrupción y abuso de poder, el ex-presidente cayó en manos de la justicia serbia seis meses después de haber sido apartado del poder por una revuelta popular que no aceptó un nuevo fraude electoral.