Bush, por el contrario, parece dispuesto a pelear George Bush y Al Gore se vieron obligados a pasar ayer un día más aparentando que lo que sucede en Florida no va con ellos. Pero cada uno medita en silencio sus próximos pasos una vez que se pronuncie el Supremo de Florida. Gore, al parecer, reconocería su derrota si la sentencia no le es favorable. Bush, por el contrario, estaría dispuesto a continuar la batalla.
21 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.JAIME MEILÁN NUEVA YORK. Corresponsal La de ayer fue una jornada de tensa espera. Espera para las campañas republicana y demócrata. Espera para los estadounidenses que aún no saben quién será su 43 presidente: ¿dará el Tribunal Supremo su bendición a los recuentos ya en marcha o pondrá fin a estos interminables comicios? A la hora de cerrar esta edición, los siete integrantes del máximo órgano judicial no se habían pronunciado. Pero las declaraciones públicas de los hombres de Bush y Gore dejaron entrever qué es lo que sucederá según resulte el fallo. En las filas demócratas parecen haber decidido cejar en la batalla judicial si la resolución no autoriza los recuentos. Tampoco la continuarán en otros frentes si Gore no cosecha votos suficientes en los recuentos manuales que eventualmente se legalicen. En ambas situaciones, la Casa Blanca iría a parar a Bush. En las filas republicanas sólo se ha asumido la primera posibilidad, la que haría oficiales los resultados de Florida ya disponibles _930 votos de ventaja a favor de Bush_. En este caso, habría celebraciones e inmediata puesta en marcha de las labores de transición. Pero si el Supremo falla a favor de los demócratas, Bush ha sugerido que no está dispuesto a dar el brazo a torcer, aunque no ha decidido cómo proceder.