Cae el primer Concorde de la historia

REDACCIÓN A CORUÑA

INTERNACIONAL

ERIC SCHULTZ / AP

Considerado el transporte más seguro del mundo, no había tenido un solo accidente en sus 31 años de vida Por primera vez, en sus treinta y un años de historia, el Concorde se vio envuelto ayer en un trágico accidente. Desde su primer vuelo experimental, el aparato supersónivo tuvo que pasar siete años de duras pruebas hasta que una compañía aérea decidió dar el salto definitivo y poner a la venta billetes para viajar en el medio de transporte de pasajeros más rápido del mundo. En la actualidad trece aparatos vuelan regularmente. Seis _uno de ellos el accidentado_ forman parte de la flota aérea de la compañía gala Air France, y los otros siete pertenecen a British Airways. Los expertos siguen considerándolo el avión comercial más seguro del mundo.

25 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El pasado 2 de marzo se cumplieron 31 años desde el primer vuelo de un Concorde. En esa fecha de 1969, el piloto francés André Turcat emprendió un vuelo de 29 minutos de duración que fue seguido, un mes más tarde, por la primera experiencia en vuelo de un aparato británico. Hubo que esperar hasta 1976 para el primer vuelo comercial, que corrió a cargo de un Concorde de British Airways que despegó de Heathrow con destino a Nueva York. El 4 de noviembre de 1979 el aparato supersónico logró alcanzar dos veces la velocidad del sonido y volar a 2.155 kilómetros por hora durante 53 minutos, un hito hasta ahora sólo superado por los aviones de combate. La edad media de estos aviones rebasa ya los 21 años (la media de otras aeronaves comerciales es de dieciseis), pero ninguno ha tenido jamás un accidente. Todo lo más algún aterrizaje forzoso, como el del pasado enero en el aeropuerto de Heathrow tras detectarse fuego en las bodegas. Parte de ello se debe a que sufre menos desgaste que otros modelos, ya que vuela una sola vez al día y lo hace a tal altitud (más de 16.700 metros) que se ahorra turbulencias. Además, la propia Administración Federal de Aviación de EE UU afirma que lo que más influye en la seguridad de un avión no es su edad sino un adecuado mantenimiento. Por eso British Airways sigue considerando a esta aeronave su buque insignia. Hasta ahora, los aparatos británicos han transportado a más de tres millones de pasajeros desde su entrada en servicio en 1976. Y es también un símbolo rentable: aunque sólo acoge a cien pasajeros, un billete de ida y vuelta ronda el millón y medio de pesetas. Su fama y sus prestaciones permiten asimismo su explotación publicitaria y la organización de vuelos especiales. Por ejemplo, el Millenium II hizo que algunos privilegiados vivieran las campanadas del 2000 en Londres y aterrizasen en Nueva York otra vez el 31 de diciembre. Los costes son elevados, lo que hace que no haya planes de fabricar nuevas unidades. Sin embargo, sus propietarios no piensan retirarlos de la circulación antes del 2017.