Al proclamarse la Segunda República Española en 1931, Clara Campoamor fue elegida diputada por el Partido Radical. También se incorporó a la Comisión Constitucional, en la que luchó por la igualdad de género y jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, y defendió el divorcio y el sufragio universal. Finalmente se aprobó el voto femenino con el apoyo de la minoría de derechas, gran parte de los disputados del PSOE y algunos republicanos.
El estallido de la Guerra Civil (1936-1939) llevó a Clara Campoamor al exilio, en concreto, a París, y en el año 1937 publicó el libro La revolución española vista por una republicana. Tras vivir una década en Buenos Aires e intentar regresar a España, Clara Campoamor se instaló finalmente en Suiza donde en el año 1972 murió de cáncer.