Un Celta perdido en el laberinto

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

MARÍA JOSÉ SEGOVIA - LOF

Los cambios de Giráldez terminaron por descomponer a un equipo que encajó dos goles en cinco disparos y solo tiró a puerta en dos ocasiones

03 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Claudio Giráldez ha construido un equipo de autor y ha devuelto la ilusión al celtismo con su apuesta por los jóvenes de casa y su manera de entender el fútbol, pero la mejor pizarra también puede tener un borrón. Y por una vez, las decisiones del entrenador del Celta frente al Valencia en Mestalla son difíciles de entender, más a toro pasado.

Porque en su afán de activar el partido con los cambios y de mantener el 3-4-3 como sistema táctico pese a la ausencia de jugadores fundamentales para sustentarlo como Mingueza, Marcos Alonso, Hugo Álvarez y Iago Aspas, el equipo acabó perdido en el campo. El movimiento más difícil de entender fue el de Pablo Durán. El tomiñés fue el más activo en la primera mitad, jugando como atacante por la derecha, marcó el gol en los pocos minutos que actuó como delantero centro y acabó jugando como carrilero derecho los últimos 20 minutos.

A cambio, Claudio movó de banda a Sergio Carreira, que había dado la asistencia del gol, y en el lado izquierdo, cuando se trata de atacar, el vigués pierde recursos a la hora de centrar al ser diestro. Tincho Conde, que estaba en el banquillo viviendo su primera convocatoria con el primer equipo y cuya posición en el B en el carril izquierdo, no disputó un solo minuto tras haber sido titular y sumado 60 con el Fortuna la víspera.

En el centro del campo, le dio minutos a Damián Rodríguez después de mucho tiempo y tras haber atravesado una difícil situación personal, y en ataque se estrenó Iker Losada, partiendo de la banda izquierda, tras dos días en Vigo. Tasos Douvikas, que fue el delantero de referencia en la última media hora, parece seguir ausente a la espera de que esta noche se cierre el mercado. El griego no tiró ni en una sola ocasión a puerta.

La consecuencia fue que el Celta fue un equipo sin alma y sin ideas, incapaz de crear una sola oportunidad más allá del gol. Una penetración de Alfon que acabó en saque de puerta y otra de Iker Losada, que siguió el mismo camino, fue lo más granado del ataque celeste con el 2-1. La sombra de Iago Aspas sigue siendo muy alargada.

En defensa, el Celta volvió a encajar con muy poco del rival. Cinco remates entre los palos del Valencia fueron suficientes para marcar dos goles y el conjunto vigués ya acumula 24 en contra en 11 partidos (2,1 de media).