Julián Álvarez marcó el único tanto de un Atlético inferior en juego y ocasiones a los vigueses
26 sep 2024 . Actualizado a las 23:15 h.El Celta estuvo muy cerca de tumbar al Atlético de Madrid, pero terminó perdiendo al encajar el único gol del partido en el 89. Marcó Julián Álvarez tras un centro lateral en un día en el que la defensa celeste enseñó su mejor versión. Antes, mucho antes, Iago Aspas, Borja Iglesias y Javi Rodríguez lo tuvieron todo a favor, pero los vigueses se quedaron a cero por primera vez en la temporada y encajaron la primera derrota como locales de la era Claudio Giráldez.
Como se esperaba, el técnico porriñés apostó por una rotación masiva, con seis cambios que afectaron a todas las líneas. Javier Manquillo fue la principal novedad y Marcos Alonso se estrenó como central izquierdo. Ese montón de modificaciones no afectó a Iago Aspas, que vivió su partido 500 como céltico 16 años después del primero, en el Helmántico.
Y Iel capitán fue el jugador más activo de una primera mitad de corte muy táctico. Con el Celta teniendo el balón, pero sin marcharse a lo loco, e incluso buscando en alguna ocasión la contra con desplazamientos largos y con el Atlético esperando y buscando una contra que comenzase a doblar el partido. Todo, en medio de un profundo respeto mutuo.
Con Sergio Carreira como carrilero, la derecha fue la banda más activa del Celta. El canterano vigués puso con su bota derecha dos balones envenenados en el corazón del área, pero el primero lo remató Williot Swedberg defectuosamente y el segundo lo cabeceó Aspas por encima del larguero.
En la primera mitad, el trío Manquillo-Starfelt-Marcos Alonso mantuvo a raya al poderoso ataque rojiblanco, pero los de Simeone protagonizaron una contra envenenada que acabó con un remate de Griezmann, muy escorado, que atrapó Guaita. Fue a la media hora, y desde entonces solo el Celta estuvo cerca del gol. Primero, con una contra que no pudo resolver ante Reinildo, y después, con un excelente y colocado remate desde la frontal que iba pegado al palo, pero que fue atrapado por Oblak. La asistencia había sido de un Borja Iglesias que mantuvo un duelo sin cuartel con Reinildo.
El partido se fue descosiendo en la segunda mitad, poco a poco. Con los vigueses controlando el encuentro a través de la pelota y con el Atlético prodigándose a la contra a medida que aparecían los espacios. Hugo Sotelo envió el primer aviso desde al frontal, pero fue Borja Iglesias quien tuvo la más clara en el área pequeña, si bien su remate picado de cabeza salió demasiado centrada, lo que facilitó la parada de Oblak.
Starfelt y Marcos Alonso
Atrás, Carl Starfelt y Marcos Alonso estuvieron providenciales en el corte, especialmente el ex del Barcelona ante Julián Álvarez, que fue uno de los relevos de tronío ordenados por Simeone. Aspas y Borja Iglesias, antes de ser sustituido, volvieron a percutir ante Oblak. El compostelano, con un remate acrobático que llegó mordido. Con el partido muy avanzado, Javi Rodríguez lo tuvo todo a favor para adelantar a los célticos con un remate en el área pequeña. Sin embargo, fue el Atlético quien golpeó en el 89 centro lateral de Griezmann que remató el argentino Julián Álvarez. Justo el día que parecía que al fin del Celta dejaría su portería a cero después de un gran ejercicio defensivo.
El gol del campeón del mundo dejó en la lona a un Celta que no pudo ni crear peligro en los cuatro minutos de prolongación. Un golpe que no debe empañar el buen partido de la tropa de Giráldez, que el domingo, sin apenas tiempo de recuperación, recibirá a otro equipo Champions como el Girona.