«Vémolo negro, pero aquí estamos»

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La afición del Celta se vuelca para agotar en cuatro horas las entradas para el decisivo duelo ante el Barça

01 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Miguel Ángel Salvador era el primer integrante de la larguísima cola de aficionados del Celta que esperaban a pocos minutos de las 16.00 horas la apertura de las taquillas de Balaídos. En su caso, había dado el relevo a un amigo que se había plantado allí alrededor de las 8.40. El motivo para elegir esta vía para obtener entradas a cinco euros para el duelo contra el Barcelona —que se agotaron en cuatro horas— y no optar por hacerlo online, como había recomendado el club, era el mismo que esgrimía la mayoría: «Igual falla o se bloquea -tal y como sucedió-. Son muy baratas y hay mucha gente interesada», señalaba.

En su caso, él es el abonado que las adquiría para «dos amigos, celtistas, por supuesto» con los que quería tener «un detalle» que sabía que les gustaría. No se le escapa que la empresa del domingo es complicada, pero no pierde la fe: «Lo veo fastidiadillo, pero hay que creer. Dependemos sobre todo del Getafe», opina.

Miguel Ángel, el primero de la fila, justo antes de la apertura.
Miguel Ángel, el primero de la fila, justo antes de la apertura. M. V. F.

Detrás de él estaba el grupo de amigas formado por Marta del Río, Nerea Piñeiro y Aitana Giráldez, de 19 y 20 años. «No nos acordamos mucho del Celta en Segunda. Esperamos que nos sorprendan no tener que vivirlo ahora», decían, aunque conscientes de que puede darse. También optaron por la vía presencial, dando relevo a abonados que tenían que irse a trabajar y que eran los titulares de los carnés con los que iban a comprar sus entradas. «Viniendo aquí con antelación, teníamos entrada seguro. Mejor que arriesgarse a hacerlo en la web», sentenciaban.

En el otro lado de la cola esperaban dos abonados de toda la vida, Ramón y Xoán, que también desconfiaron de las nuevas tecnologías. «Internet está moi ben cando funciona; se non, o que fai é entorpecer. Estamos aquí por medo a quedar fóra», decía el primero de ellos. Ellos ya vivieron ascensos y descensos varios y ven como «unha lotaría». «Hai cantidade de combinacións posibles e hai que apelar á honestidade de todos os implicados, coma o Xetafe. Pola nosa parte, fai falta apoio para intentar saír no lío no que nos metemos», indicaba.

Ramón y Xoán, socios con años de antigüedad a sus espaldas.
Ramón y Xoán, socios con años de antigüedad a sus espaldas. M. V. F.

Xoán, Hugo, Alejandra y Andrea, otro grupo de amigos de entre 18 y 20 años, proclamaban un mensaje muy similar de que «hay que apoyar en los momentos difíciles». Aunque no son demasiado optimistas. «Estamos en un 10 % de confianza», decía uno de ellos, a lo que otra replicaba que «igual a un cinco».

Un grupo e amigos que fueron de los primeros en llegar.
Un grupo e amigos que fueron de los primeros en llegar. M. V. F.

Keko, Marga y Pepe, aficionados de mediana edad que acudían con los carnés de los suegros de uno de ellos, se mostraban mucho más convencidos del triunfo: «De no ser así, mejor nos quedábamos en casa». Habían llegado a media mañana y ya se habían encontrado con «unas 25 personas por delante». Uno se quejaba de uno de los asuntos más comentados. «Lo que opino de que Marcador se abra ahora y no antes no se puede reproducir. Es un cachondeo. Debió haberse solucionado hace tiempo», decía.

Antonio, abonado veterano con más de 45 años de antigüedad, sabía por otras veces que la web podía dar problemas. Y se resignaba con la espera: «Malo será que para Nadal sigamos aquí», ironizaba. Reconocía que veía «moi negra a cousa». Pero subrayaba que «hai que apoiar ata o final». No obstante, también mostraba su decepción «polas últimas actuacións do equipo». «Hai moito que cambiar, estamos aburridos. Pero aquí seguimos».

La gestión online juega una nueva mala pasada al Celta

Por enésima vez en los últimos años, las gestiones online jugaron una mala pasada al Celta, que pidió disculpas a los aficionados afectados. El club había recomendado que las entradas se compraran a través de Internet, pero la web para ese fin dio todo tipo de problemas durante buena parte de la tarde. Desde aficionados a los que no les cargaba, otros que no eran capaces de entrar en la fila virtual y los que, estando dentro de ella, no avanzaban o bien retrocedían una vez que habían logrado avanzar puestos.

En los últimos años, el Celta ha sufrido este mismo problema la mayoría de las ocasiones en las que ha propuesto trámites online. Ese fue el motivo de que las colas de ayer en Balaídos fueran tan largas: la desconfianza de que la otra vía fuera a funcionar.

A partir de las 18.00, algunos de los interesados fueron consiguiendo solventar el trámite y hacerse con sus entradas. Pero otros, a esas alturas, todavía seguían peleándose con la plataforma y armándose de paciencia para seguir intentándolo. A través de las redes sociales, surgieron multitud de críticas a la entidad.

Otro tema muy comentado fue si las entradas eran o no nominales. Algunos abonados contaban en taquilla que les habían mandado escribir el nombre y DNI e las personas que fueran a usar las entradas en las mismas, pero a otros no se lo habían pedido. Hubo quien presentó reclamaciones en el estadio.