Balaídos bajó el telón

Julio Álvarez- Buylla VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta cerró con una merecida victoria su andadura como local

17 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Día de despedidas el vivido en la tarde del domingo en Balaídos, en la que el Celta cerró con una merecida victoria su andadura como local. Lo hizo en un partido cuyo máximo interés radicaba en la lucha de Iago Aspas por el Zarra y en el cierre de ciclo de alguno de los jugadores celestes.

Las despedidas de por sí suelen dejar un trasfondo emocional. Una mezcla de sentimientos, de recuerdos, de añoranza, de agradecimiento. Un momento difícil. Balaídos fue espectador y notario del contraste entre dos partidas. Sobre el césped, Denis Suárez se reivindicó celeste, tal vez intentando despertar de este mal sueño en el que dos posturas confrontadas parecen estar tan enquistadas que ofrecen la sensación de que solo la separación es la única posible solución. Tal vez aún haya tiempo para la reflexión y así convertir la derrota de los protagonistas en la victoria del celtismo.

Nolito, el de Sanlúcar, cerró su segunda etapa como celeste homenajeado por afición y club, dejando para el recuerdo aquel genial tridente que formó con Iago Aspas y Fabián Orellana en el que su uno para uno contra el lateral era su denominación de origen. Se marchó, pero regresó en uno de los momentos más críticos y sabiendo adaptarse al paso del tiempo, tirando de su habilidad e inteligencia para hacer del juego de primeras uno de sus recursos más reconocibles.

El partido, además, centró al aficionado en la obstinada búsqueda del cuarto Zarra. Un honor de tan alto rango que solo un jugador lo ha conseguido con anterioridad. Iago las tuvo de todas las maneras y en casi todas encontró la misma respuesta en la acertada intervención de Kiko Casilla. Los últimos 10 minutos fueron una continua e intensa búsqueda del gol. Minutos 82, 86, 93, 95… pero la ansiedad nunca fue la mejor la mejor compañera de un delantero e incluso el genio de Moaña pareció sucumbir ante su poderoso efecto. Queda por jugarse la revancha en Valencia.

Pero Coudet es Coudet y es tan necesario poner en valor cómo ha interiorizado el equipo las transiciones defensivas como las transiciones ofensivas, dotando al equipo de esa capacidad para activarse, para robar tras pérdida, que se complementa con la capacidad para correr cuando hay robo permitiendo al equipo llegar en superioridad al área rival como sucedió en el gol de Denis. Seis para cuatro de manual. Como también es necesario, cuando menos, cuestionarse ver a Javi Galán de interior derecho, aunque solo fuese unos minutos, mientras Orbelín Pineda calentaba en la banda. Alguna explicación tendrá…

Queda Valencia, que bien vale un Zarra y una novena posición para poner el epílogo a una temporada tranquila. Una temporada que, sin los agobios de otras, ha dejado tiempo para pensar… y por qué no, para soñar con un pelín más de ambición.