La construcción sería el complemento a la ciudad deportiva de Pereiras y la entidad sigue pensando en levantar un miniestadio para el filial
21 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La construcción de un centro comercial en Mos ya no parece algo prioritario para el Celta. El escenario de crisis actual y los problemas legales para revertir los informes desfavorables, especialmente el del Ministerio de Fomento, invitan al conjunto vigués a centrar sus esfuerzos en completar la ciudad deportiva. Persisten en la idea de contar con un pequeño estadio para el Celta B, así como en crear un centro de ocio para el que necesitarían menos de 100.000 metros cuadrados y cuya letra pequeña está por ver.
Cuando el plan de la ciudad deportiva del Celta en Mos echó a andar y surgieron los problemas para construir el área comercial en el monte comunal de Tameiga, Carlos Mouriño reiteró en varias ocasiones que el proyecto era indisoluble y que además de una nueva casa para formar a los jugadores del futuro el Celta necesitaba generar otro tipo de ingresos para ser competitivo. Sin embargo, los problemas fueron apareciendo por el camino: la oposición de los comuneros de Tameiga, los informes desfavorables de Fomento y la Confederación Hidrográfica y la demora de la Modificación puntual del PXOM, cuyos plazos están muy por detrás de la hoja de ruta prevista, parecen a día de hoy obstáculos insalvables.
A mayores, el pasado mes de septiembre, Nidia Arévalo, la alcaldesa de Mos, informó en el pleno, en respuesta a una pregunta del concejal del BNG, Gustavo Barcia, que la opción del centro comercial quedaba aparcada: «Hai un informe de Fomento que invalida a parte comercial, fai falta un vial a A-55 que non van autorizar nunca».
El Celta, por su parte, comenzó a hablar de zona de ocio. En concreto, con motivo del primer aniversario de la ciudad deportiva y tras el acto de la planta simbólica. En un comunicado, el club desvelaba sus planes de futuro para el recinto. «La ciudad deportiva contempla en su totalidad la construcción de nueve campos de fútbol y un edificio que crece en torno a ellos», indicando también que «a la vez que se construirá como un nuevo espacio del ocio y entretenimiento».
Interpelado el presidente Carlos Mouriño sobre este asunto en la junta de accionistas del pasado sábado, eludió profundizar, pero dejó entrever las dificultades para sacar adelante el centro comercial: «Depende de los permisos, eso no depende de nosotros, hay temas que se nos escapan y, por lo tanto, no sabemos qué va a pasar con ellos, pero la ciudad deportiva sí que depende de nosotros y vamos a seguir adelante con ella. El proyecto está vivo».
Por eso el parque de ocio gana terreno como alternativa en el plan de la cúpula del Celta tiene en estos momentos para Mos, aunque falta por concretar cómo sería el negocio y cómo estaría enfocado. Tampoco se conoce la idea de la ubicación concreta, que a priori tendría que ser al margen de Tameiga, en donde los comuneros se mantienen en su oposición frontal a cualquier proyecto que significase perder hectáreas de monte.
En este sentido, el principal escollo es el lugar para la construcción del campo de fútbol para el Celta B, que a priori estaba previsto levantar en la zona de Tameiga, y que el Celta sigue teniendo en su hoja de ruta. El recinto de juego también cuenta con la oposición de los comuneros. «Nós xa lles dixemos que non a todo», comentó el expresidente de Tameiga, Antonio Cajide, hace un mes a La Voz, precisando que «non é certo que fose un miniestadio. Nos planos que presentaron, aínda que o pintaron torticeramente, como estaba a escala, sacamos o escalímetro e aquilo era máis grande que Balaídos e esas pistas deportivas que teñen ao lado. O que queren facer é moito máis grande».
La idea del parque de ocio y la construcción de más campos de fútbol, no obstante, todavía tendrá que esperar, porque todavía no fue aprobado el Plan Especial solicitado a la Xunta y que es el encargado de darle encaje legal a lo construido hasta el momento y se supone que a la obra futura. A nivel económico, el dinero del fondo de inversión CVC puede dar un empujón al estar previsto que el porcentaje más grande del reparto debe ser dedicado a infraestructuras.
Obligación de destinar 60,2 millones de CVC a infraestructuras y tecnología
Un año después de su inauguración y puesta en funcionamiento, la ciudad deportiva de Mos, en la que el Celta lleva invertidos 10 millones de euros, consta de dos campos de fútbol (uno de ellos doble), pero la idea es dotar a la instalación de nueve recintos de juego. Esta opción, de llevarse a cabo en los montes de la parroquia de Pereiras, podría acelerarse en un futuro próximo teniendo en cuenta que el 70% de la aportación del fondo CVC debe ser destinado al desarrollo de infraestructuras y de innovación tecnológica. Eso supone, que el Celta debe destinar a otros menesteres que no sea pago de plantilla y deuda, 60,2 millones de euros en el plazo de tres años (27,3 en la presente temporada, en la que el club tiene previsto recibir 39). Este dinero se devengará en el plazo de 50 años del ingreso televisivo, con cuotas laxas, y con 1,52 % de interés.
Hasta la fecha, el Celta ha invertido una cantidad superior a los diez millones de euros en la ciudad deportiva que ha salido de las saneadas cuentas de la entidad viguesa. De hecho, la temporada pasada, y pese al escenario de crisis, la cuenta de resultados del club refleja un gasto en Mos de 8.965.616,82 euros, una cuantía que iba a sufrir una drástica reducción esta temporada al contemplar el club un déficit de 10,8 millones. Esta previsión podría cambiar al contar con un dinero adicional que además debe ser invertido en infraestructuras.