«Balaídos nunca fue el problema del Celta»

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

Pese al mal inicio como local, con 4 puntos de 21 posibles, el Celta siempre tuvo en su campo a un aliado, aunque necesita solidez y regularidad para invertir la tendencia

18 nov 2021 . Actualizado a las 21:25 h.

El Celta se marchó al parón de noviembre con un sabroso empate (por la manera de conseguirlo) ante el Barcelona en Balaídos, pero firmando su peor inicio de temporada como local, y el sábado se enfrentará de nuevo al problema que está marcando su errático inicio de temporada con tan solo cuatro puntos de 21 posibles como en casa. En las últimas fechas se ha repetido el «tenemos más fútbol que puntos en casa», pero la permanencia tranquila a la que aspira Eduardo Coudet necesita de resultados. Los analistas consultados por La Voz recuerdan que el campo vigués siempre fue un fiel aliado y que esta temporada, pese al inicio, se puede repetir la historia. «Balaídos nunca fue un problema», sentencian.

¿Qué diferencia hay en el Celta entre los partidos de casa y los de fuera?

«Parece un problema de regularidade, fóra da casa son máis regulares», comenta José Luis Mosquera, que como jugador del Celta vivió otra racha nefasta en casa que el costó el descenso en la temporada 89/90. Los números hablan de una solvencia mucho mayor a domicilio: en seis salidas, los vigueses sumaron ocho puntos y solo perdieron dos partidos. En casa, en siete partidos, solo suman cuatro puntos (una victoria, un empate y cinco derrotas). Sin embargo, Julio Álvarez Buylla, entrenador nacional, matiza: «No veo un motivo claro que demuestre que el Celta tiene más problema en casa que fuera salvo en los resultados, que así lo dicen».

¿Es cierto que el equipo tiene más fútbol que puntos?

Por lo visto en los últimos partidos (Sevilla, Real Sociedad y la segunda parte del Barcelona sí), pero el equipo necesita cambiar la tendencia antes de que el problema se vuelva crónico. Hasta la fecha su partido más discreto como local lo firmó ante el Athletic, que con un tiro a puerta se llevó los tres puntos. Moncho Carnero, exentrenador céltico, matiza esta frase admitida por casi todos: «Ao principio de liga o Celta case non tiraba á porta e entón era imposible. Agora, nas citas más recentes, penso que nalgún partido mereceu puntuar, pero o fútbol son goles».

¿En dónde radica el problema?

En la efectividad de los rivales y en las secuelas de encajar un gol e ir siempre a remolque, salvo el día del Barcelona. «O problema é que cada vez o Celta encaixa, pásao mal. O equipo ten que facer algo máis por non encaixar e non é problema da defensa, senón de todo o equipo. O problema do Celta no é ofensivo, senón defensivo», apunta Mosquera. Carnero comparte que el Celta «ten un problema defensivo porque o grupo defende mal, por iso lle fan contras fáciles». En casa, los vigueses solo dejaron su portería a cero ante el Granada, el único partido que ganaron, y en el 94. Nunca han ido por delante en el marcador en Balaídos salvo en el alargue de ese encuentro. Además, han pasado muchos rivales de tronío por Vigo.

¿Qué aspectos deben mejorar?

El primero, mantener e intensificar la presión alta. «O Celta ten que seguir facendo a presión alta, porque cando rouba arriba ten xogadores con calidade que poden definir», indica Moncho Carnero. También debe mejorar en las dos áreas: «Es un problema de eficacia y de solidez. El equipo adolece de contundencia defensiva y debe recuperar la solidez defensiva. Ahora mismo, pese a la mejoría, no existe esa sensación de solidez», añade Julio Álvarez Buylla.

¿El empate ante el Barça, como se produjo, puede ser un punto de inflexión?

La contienda del sábado (14 horas) ante el Villarreal adquiere especial relevancia para ver si el empate ante el Barcelona, conseguido remontando tres goles y en el 96, significa un cambio de tendencia. «Remontar un 0-3, que é unha milagre, de cara ó estado anímico sempre inflúe. Vai ser un partido interesante para ver se o Celta é capaz agora de ir para arriba como local». Carnero puntualiza que la batalla de mañana es otra historia, pero le da mucha importancia al resultado: «É un partido de gañar ou gañar. É moi importante manter a confianza collida diante do Barça».

¿Si persiste la sangría Balaídos se puede convertir en un problema?

En este aspecto, hay división de opiniones. Julio Álvarez Buylla ve Balaídos como un aliado, no como un problema y lo argumento rescatando la historia reciente: «Balaídos nunca fue un problema para el Celta, todo lo contrario, las grandes remontadas y las resurrecciones de los últimos años han sido en Balaídos con el apoyo de la afición, que ha sido fundamental», esperando que esta tendencia se mantenga este curso. Mosquera alerta del riesgo de un escenario negativo «se continúa nesta liña claro que queda unha situación pesimista, se fas algo e non che sae, é motivo de dúbida» y Moncho Carnero lo extrapola toda la liga: «Se o equipo non gaña na casa, vai entrar nunha dinámica que lle pode pasar factura». Todos confían que el sábado cambie la tendencia y Balaídos vuelva a ser el granero de la permanencia celeste.

El Villarreal no ganó a domicilio esta temporada

Seis partidos como visitante y cuatro empates, dos derrotas y ninguna victoria, ese es el bagaje a domicilio del equipo de Unay Emery, que llega a Vigo con tres puntos más que los vigueses en el cómputo global de la clasificación después de 13 jornadas.

Como visitante, el submarino empató en sus cuatro primeras salidas ante Atlético, Real Madrid, Espanyol y Mallorca, y perdió en los dos últimos partidos a domicilio en Bilbao y Valencia.

Estos números chocan con sus buenos resultados en Balaídos, en donde solo ha perdido en una ocasión en sus diez últimas visitas (desde al año 2005).

La única derrota se registró tres temporadas atrás en el inicio de A Nosa Reconquista. Los amarillos se fueron al descanso con un 0-2 y en la segunda mitad los vigueses le dieron al vuelta al marcador con dos goles de Iago Aspas y otro de Maxi Gómez.

Un año después de aquella histórica remontada del curso 2018-19, el Villarreal de Javi Calleja se vengó del Celta con un agónico triunfo gracias al tanto de Manu Trigueros en el descuento. Y en enero de este año, en la jornada 18 del curso pasado, el equipo dirigido por Unay Emery arrolló al de Eduardo Coudet con un contundente 0-4 (Gerard Moreno, Moi Gómez, Parejo y Niño). Una deuda pendiente.