Mejorar atrás, cuestión de ajustes

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

Más allá de los errores individuales, el problema defensivo del Celta, que se repite en las últimas temporadas, parte de un sistema que asume riesgos

15 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El problema defensivo del Celta no tiene fácil solución. No es nada nuevo y su génesis podría estar en la propia idea de juego. Los vigueses quieren ser un equipo protagonista, con muchos jugadores detrás del balón, lo que provoca que la retaguardia sufra con cada pérdida y con cada balón a la espalda. La solución parece pasar en gran medida por que la presión todavía sea más intensa y efectiva. También por evitar los errores no forzados (como la licencia de Aidoo ante el Athletic) y por mejorar algunos estados de forma.

EL HISTÓRICO

60 o más goles en contra en las tres de las últimas cuatro temporadas

Los problemas defensivos no son nuevos en el Celta. En los últimos cuatro años encajó 60 o más goles en tres de los cuatro cursos y 57 el ejercicio pasado: 241 en total, a una media de 60,25 por temporada (1,5 por partido). En este inicio de curso, los célticos llevan ocho en contra, lo que significa una media de dos. Por ahora solo fueron capaces de mantener la portería a cero en una ocasión, en Pamplona. Los datos confirman que el problema no es nuevo.

LAS CORRECCIONES

Perfeccionar la presión y evitar balones a la espalda

La solución pasa por que la presión alta tras pérdida del Celta sea todavía más efectiva y se encargue de robar más balones para que los rivales no puedan lanzar pelotas a la espalda de los centrales, una idea tan clara como difícil de llevar a cabo. Coudet ya sabe que su atrevida propuesta de juego tiene muchas virtudes, pero también unos riesgos difíciles de contrarrestar. Aun pese a los problemas defensivos, el Celta es el equipo que más entradas realiza por partido: 18,5 de media.

CONCESIONES

Los vigueses reciben una media de 12,3 tiros por partido

El Celta es el noveno equipo de la liga que más tiros recibe por partido: 12,3 de media, cinco menos que el Granada, que es el que peor parado sale en este apartado. Los vigueses sufrieron especialmente en las salidas a Pamplona y el Bernabéu, ya que en los dos partidos disputados como local el ratio cayó hasta los 9,5 y solo la mitad de ellos entre los tres palos.

LA DEFENSA

Laterales definidos y zona de centrales en construcción

Cuatro partidos, cuatro parejas de centrales diferentes y cinco jugadores utilizados en esa demarcación, buena prueba de que Coudet aun no dio con la tecla en el centro de la defensa, aunque todo parece indicar que Murillo y Araujo son los elegidos en condiciones normales. El cafetero, por su jerarquía y poderío aéreo, pero aún no está al 100 %, y el mexicano, porque casi siempre cumple. Aidoo, pese a su gran potencial, sale a error grosero por partido, y Fontán y Carlos Domínguez apuntan maneras pero todavía están en período de crecimiento.

TAPIA

El mayor aliado de la zaga

En fase defensiva, hay un Celta con Tapia y otro muy diferente sin él. Si no estaba clara su importancia, el Bernabéu fue el mejor ejemplo. El peruano se metió entre centrales en la primera mitad y sacó tres balones envenenados. Además, actuó como dique de contención mientras tuvo arrestos. En el segundo tiempo, los centrales se quedaron sin el escudo humano y el Madrid marcó cuatro goles. El de Camavinga, con Modric entrando hasta la cocina, es un buen ejemplo del papel que juega Renato Tapia en el Celta.