¿Por qué hay 2.000 asientos vacíos en Balaídos?

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El estadio del Celta presentó en los dos primeros partidos una entrada inferior al aforo permitido y pese quedarse fuera socios no agraciados en el sorteo de entradas

30 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

5.401 espectadores frente al Atlético de Madrid y 5.492 frente al Athletic Club. Son las cifras de asistencia a Balaídos en los dos primeros partidos como local del Celta este curso. Unos registros que han dado que hablar teniendo en cuenta que el aforo permitido ronda los 7.300 -la pandemia marca un 40 % de la capacidad, que en el municipal vigués se ha visto reducida por las obras- y que las entrada se reparten por sorteo entre los abonados, habiendo algunos que no han podido acudir a ninguno de los dos encuentros.

Desde el club guardan silencio sobre esta paradoja, si bien muchos aficionados tienen claro dónde reside el problema. La entidad decidió que devolvería el importe de una entrada siempre que el interesado la solicitara y no le fuera adjudicada. Pero en caso de no pedirla, no hay derecho a reembolso. Eso hace pensar que existen personas que se inscriben en los sorteos sin tener intención de ir para recibir ese dinero de vuelta si no les toca.

Otro motivo que alegan algunos aficionados es que si no le toca entrada a la familia al completo, no les es posible ir. Este problema fue muy común en el primer partido, especialmente con menores que tenían entrada pero no podían ir sin un adulto. Se solventó en parte en el segundo pudiendo solicitar dos billetes asociados, pero no es solución para todos los casos y algún padre de dos hijos expresaba que si iba con uno, no tenía con quién dejar al otro. También ha habido casos de socios de Marcador reubicados en gradas diferentes, lo que en la práctica, para padres e hijos es igual que que a uno le toque y a otro no, pues no pueden ir juntos. La respuesta del club a estos obstáculos ha sido, al menos en la mayoría de los casos, que no hay remedio.

Frente a estos dos supuestos más probables, también se dan casos puntuales de abonados que piden la entrada sin saber con certeza si podrán ir, o que cuentan con estar en disposición de hacerlo y finalmente surge un imprevisto que se lo impide. Pero parece claro que esta no puede ser explicación mayoritaria para más de 2.000 butacas desocupadas. Para estos casos, algunos reclaman que se pueda ceder la entrada adjudicada a otra persona, algo que en teoría no es posible porque son localidades nominales y se pide el DNI a la entrada; se desconoce si hay algún tipo de sanción para los socios que dejen su sitio a otros y sean descubiertos. 

Reventa y afición visitante

En estas primeras semanas de campeonato ya han surgido otras dos polémicas relacionadas con esto. En el primer partido chocó la cantidad de espectadores con camisetas del Atlético en todas las gradas, algo que se dio en menor medida frente al Athletic. El Celta admite que hay una serie de entradas que se intercambian los clubes por cortesía y que parte de esos aficionados pueden venir de ahí.

También es cierto que en el caso de los hinchas que lucían camisetas rojiblancas por Vigo el sábado, no fueron pocos los que vieron el partido en bares de los aledaños. Contaban que habían decidido viajar para disfrutar del ambiente y de la ciudad.

Hubo, asimismo, celtistas que reconocían que intentaron pasar con entradas de otros, pero no se les permitió. En estos dos partidos se han dado experiencias de todo tipo, según la grada y la hora de entrada, en relación a si se requería el DNI o no para comprobar que coincidía con el del beneficiario a la hora de acceder. La sensación es que mayoritariamente sí se hizo, pero en el primer partido, en el que se formaron largas colas, el trámite se relajó a medida que se acercaba la hora del inicio o que incluso rodaba ya el balón.

Estrechamente relacionado con lo anterior está otro problema detectado esta semana: la reventa. Fueron varios casos los anuncios en web de aficionados que revendían sus localidades para el partido, solo disponibles en teoría para abonados -salvo esos compromisos, un número de entradas muy reducido, que reconoce el Celta-. Quienes las compraban se exponían a no poder acceder si les pedían el DNI.

Sin datos concretos

El Celta, a diferencia de otros clubes, no ofrece datos exactos ni de cuántas entradas hay para sortear -se estima que el 40 % del aforo disponible actualmente son unas 7.300 butacas- ni tampoco de cuántos abonados solicitan en cada partido y cuántos se quedan sin ella. Lo que sí especificó la entidad, en otra decisión que muchos no comprendieron, es que en el segundo sorteo no se tendría en cuenta la asistencia o no al duelo anterior; eso ha propiciado que haya abonados a los que la suerte del sorteo les sonrió dos veces y otros a los que ninguna.