La pegada marca la diferencia en Balaídos

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El Celta pagó su mal inicio, sus facilidades defensivas y la falta de acierto en los momentos decisivos de la contienda

21 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La visita del Real Madrid a Balaídos se saldó para el Celta sin puntos, pero con la sensación de que uno se podía haber quedado en casa. Lo intentaron hasta el final los locales, que se repusieron a un mal inicio en el que encajaron dos goles, pero los riesgos que tomaron en busca del empate a dos les costaron finalmente un 1-3 que no supone un reflejo fiel de lo que se vio en el campo. La primera media hora les penalizó de un modo superlativo. 

Once

Una novedad esperada. Coudet no acostumbra a sorprender con sus alineaciones y frente al Madrid tampoco fue el caso. El regreso de Hugo Mallo tras sanción fue la única novedad en el equipo titular del Chacho con respecto al empate ante el Athletic Club. Kevin volvió así al banquillo tras sus primeros minutos del curso y el portero juvenil César Fernández fue el descarte, con Sequeira como suplente de Iván Villar. 

inicio

25 malos primeros minutos con castigo. El Celta protagonizó un mal inicio de partido que el Madrid aprovechó a la perfección. La timidez del cuadro vigués en la presión, las dificultades que le generaban los blancos en la salida de balón y más de un error defensivo grosero -Iván Villar condicionado por el viento cometió uno con el 0-0 que a punto estuvo de costar el primer gol- fueron una combinación letal. Los de Zidane jugaban a placer y Benzema, en un momento excepcional, firmaba los dos primeros goles sin encontrar apenas oposición.

punto de inflexión

Gol de Santi Mina y reacción celeste. El Real Madrid, muy superior en el centro del campo a los vigueses, fue dueño y señor del encuentro hasta que llegó el gol de Santi Mina. El 1-2 metía a los vigueses en el partido no solo por lo que indicaba el marcador, sino también por lo que se veía en el campo. De hecho, incluso antes del descanso pudo llegar la igualada con un balón que Nolito no acertó a controlar cuando tenía todo a su favor para haber hecho el segundo de su equipo. 

segunda parte

Un Celta mucho más entonado y un duelo más abierto. La segunda parte nada tuvo que ver con el monólogo con el que había comenzado la primera. Se vio a un Celta mucho más entonado y el partido fue mucho más disputado, con aproximaciones para los dos conjuntos y los vigueses llevando la iniciativa en un partido más disputado y abierto. Las ocasiones más claras las pusieron los célticos, que apenas sufrían en defensa al contrario de lo sucedido en la primera mitad. 

pegada

El endémico problema del último pase. Al igual que frente al Athletic Club, el Celta volvió a acusar el problema del último pase. Llegaban con relativa facilidad, pero en todo el partido tiraron a puerta en tres ocasiones y desperdiciaron algunas claras como el taconazo de Santi Mina o la falta que se estrelló en el palo de Aspas, que también dispuso de alguna más. El Madrid, con cuatro tiros y tres goles, exhibió una pegada que marcó la diferencia.

desenlace

Un partido descosido. El Celta acusó el esfuerzo en la recta final, y entre eso y los riesgos para buscar el segundo gol, acabaron encajando el tercero. Coudet realizó cuatro cambios, tres de ellos, casi clásicos en el técnico argentino al dar entrada a Solari, a Ferreyra y a Fran Beltrán, que no lograron marcar diferencias. Para colmo, Augusto tuvo que pedir el cambio en el descuento, lo que propició que Fontán tuviera minutos.