El Celta también aprende a sufrir

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Un gol en la recta final amenazó el triunfo de los vigueses, que resistieron

31 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta se reencontró con el triunfo tras el empate ante el Getafe para cerrar un diciembre para enmarcar. En un partido que no fue plácido, sobre todo al principio y al final, los de Coudet volvieron a aprovecharse del talento de un Aspas tocado (aunque nadie lo intuyó hasta que lo reveló su técnico) para ponerse con dos goles de ventaja. A partir de ahí, con media hora por delante, el equipo se relajó en exceso, el Chacho movió banquillo y los cambios no ayudaron, al contrario que al Huesca. Como resultado, llegó el 2-1 que metió el susto en el cuerpo a los célticos. Pero los tres puntos se quedaron en casa.

Once

Santi Mina como única novedad en la alineación

Coudet ya había dejado entrever en la previa que, una vez superada su lesión, Santi Mina regresaría al once y así fue. Su entrada por Baeza fue el único cambio respecto al partido de Getafe y supuso repetir los onces que había presentado el Chacho en las victorias de San Mamés y frente al Granada en Balaídos. El delantero vigués volvió así a acompañar a Aspas en punta. De esta manera, el Chacho pudo salir con el que se ha convertido en su once tipo.

Arranque

Un rival que quiso dar al Celta de su medicina

Tal y como se esperaba, el Huesca no renunció al balón y, por el contrario, logró arrebatárselo al Celta en el arranque del partido. Los de Míchel Sánchez, con una presión muy alta, consiguieron que los vigueses no se sintieran nada cómodos en el arranque del partido. Tuvieron más balón y, aunque los locales dispusieron de hasta tres oportunidades con Nolito como protagonista, no fue hasta la cuarta cuando el gaditano logró batir a Álvaro asistido por Iago Aspas una vez más y tras un robo de Denis Suárez.

Desarrollo

De menos a más

A partir de ese inicio en el que el Huesca entró mejor al partido y dificultó el juego característico del equipo de Coudet, los vigueses fueron a más con el paso de los minutos. Tras el gol, se vio a un Celta superior al rival y bien posicionado que incluso pudo aumentar su renta antes del paso por vestuarios. Aunque poco antes del descanso, un rival que tampoco bajó los brazos tuvo, asimismo, una opción clara para devolver las tablas al marcador.

Control

Un segundo gol para tranquilidad momentánea

Con el marcador a favor, el Celta pareció tener el partido controlado y, tras un inicio del segundo acto discreto por parte del equipo visitante, llegó el segundo gol cuando faltaba media hora para la conclusión. Los vigueses trataban de buscar los huecos para atacar por bandas y, con el 2-0, parecían tener todo a su favor para ganar. Sin embargo, quedaba mucho que sufrir ante un rival que peleó hasta el final.

Cambios

Coudet agotó las cinco sustituciones

Coudet movió banquillo agotando los tres cambios. El primero fue el que se ha convertido en el más habitual: la entrada de Okay, que se produjo al mismo tiempo que la de Beltrán, enviando al banquillo a Denis y a Aspas. Era la tercera vez que era sustituido el moañés y la más prematura en el tiempo. El segundo doble cambio serían las entradas de Fontán y Baeza por Nolito y Tapia; justo tras esos relevos llegó el gol visitante. Ya en los instantes, entró Aidoo por Olaza para mantener el resultado. El Celta, al contario que su rival, que realizó cambios ofensivos, no mejoró con los hombres de refresco.

Portería

Un gol encajado y un Rubén clave con dos paradas

El Celta encajó por segunda jornada consecutiva después de tres porterías a cero, pero lleva solo cinco goles en contra en siete partidos con Eduardo Coudet al frente. En ese caso, un par de intervenciones de Rubén fueron claves para evitar que el Huesca puntuara en su visita a Balaídos, pero el equipo volvió a mostrarse sólido en defensa más allá de desajustes puntuales.

Acierto

Seis tiros a puerta y dos goles

Celta y Huesca tiraron a puerta el mismo número de veces, seis, pero los vigueses acertaron en dos ocasiones por una visitante. Hasta ahora, desde la llegada de Coudet, el Celta solo marcó menos de dos goles por partido en una ocasión, la jornada anterior en el empate frente al Getafe. Son ya 16 tantos en siete compromisos con el Chacho.