A Boca, que tiene el 80 % de los derechos del futbolista, tampoco le debe ir mal esta opción teniendo en cuenta que tiene el cupo de extranjeros sobrepasado y la vuelta de Olaza le ocasionaría un problema (sería el octavo). Además, necesita el dinero para poder hacer frente a la compra de Júnior Alonso, el paraguayo que estuvo unos meses en Vigo con Antonio Mohamed y después acabó en la escuadra bonaerense, en donde sigue a préstamo por el Lille francés un año después.
El Celta cuenta además con la baza a favor de que Lucas Olaza se quiere quedar en el conjunto vigués en donde se ha consolidado como futbolista en Europa después de sufrir en los dos primeros meses desde que llegó procedente de Boca Juniors (antes había estado en el Celta B).