«Duele verlo», expresó el entonces portero del Celta ayer durante la repetición de ese partido frente al Zaragoza
18 abr 2020 . Actualizado a las 08:58 h.Si algo ha caracterizado en los últimos años a Santiago Cañizares es la franqueza en sus palabras cuando habla de su paso por el Celta -pidiendo perdón en varias ocasiones por su forma de irse, como en esta entrevista a Grada de Río- y la cercanía con los aficionados a través de las redes. La repetición anoche en Teledeporte de la final de Copa entre Celta y Zaragoza de 1994 hizo que muchos aficionados recordaran ese partido mientras lo veían de nuevo y el entonces portero céltico también expresó sus sensaciones al respecto.
Cañizares comenta en su análisis casi 26 años después -se cumplen este lunes- que fue víctima de un «exceso de confianza» motivado por una serie de factores que enumeró a través de su cuenta de Twitter: «Haber resistido el buen momento del Zaragoza en la primera parte, haber podido controlar el partido en la segunda, jugar con uno más en la prórroga y haber clasificado por penaltis rondas anteriores», desgranó.
El excéltico se sinceró también al decir que «duele mucho verlo repetido» e indicó que espera que su reflexión «sirva para los jóvenes porteros» de cara a «nunca perder la concentración ni creerse ganador antes de tiempo», que es lo que considera que les ocurrió a ellos. «Hubo momento que nos vimos campeones y quizás pecamos de exceso de confianza». Volvió a mostrarse una vez más «orgulloso de haber vestido la camiseta del Celta siempre».
Además, Cañizares, que expresó que le estaba «costando mucho» volver a verlo, no compartió la opinión de un aficionado que le decía que con un entrenador más valiente que Txetxu Rojo el Celta se habría llevado aquella Copa: «No estoy de acuerdo». Y en cuanto al penalti a Franco que estuvo a punto de parar, indicó: «Me traicionó el bote del balón. Debí pararlo. Mala suerte».
Hace un año, recordando la final para La Voz con motivo del 25 aniversario, Cañizares enfatizaba el mérito de haber llegado hasta allí. «No todos los años se está en finales y es un éxito para todo club», aunque el resultado supusiera una decepción. «Nunca te arrepientes de haber estado en una final, pero uno pelea para ganarlas y para nosotros hubiera sido maravilloso conseguir el primer título de la historia del Celta», lamentaba.