El celtismo resume lo vivido en el año que termina
26 dic 2019 . Actualizado a las 21:05 h.Iago Aspas tildaba ayer en su cuenta de Instagram al 2019 de año «maldito» al tiempo que proclamaba que espera al 2020 con los brazos abiertos. A la pregunta de cómo resumirían los últimos doce meses en clave celeste, algunos aficionados expresaron sus valoraciones, en muchos casos tan breves como contundentes.
Porque el celtismo puede diferir en muchos puntos concretos sobre jugadores o cuestiones extradeportivas, pero si hay algo en lo que nadie discrepa es que el que termina ha sido un año realmente malo para los intereses del equipo vigués. Entre quienes lo analizan con una sola palabra hay quienes eligen los términos «deplorable», «lamentable», «catástrofe», «desastre», «decepcionante», «bochornos», «agobiante» o «angustiosa».
También hay quienes van más allá y, aparte de constatar que no ha sido buena, hablan de «incomprensible» o «preocupante». No son pocos los que directamente expresan su temor de que tras salvarse el curso pasado, esta temporada el equipo vigués sí acabe perdiendo la categoría. «A nivel de juego el 7 de enero empezamos mal, continuamos mal y el 22 de diciembre terminamos mal», sintetiza otra aficionada.
Cibrán González se fija en otro aspecto y plantea que el 2019 ha sido «el escenario en el que se descubre quién es el verdadero celtista». Otros se fijan en los jugadores: «Exceptuando dos o tres, no sienten el escudo. Si se salva el Celta este año creeré en los milagros», afirma Alfredo Fernández.
